Tijuana.- El gobernador del estado, Jaime Bonilla Valdez, aprovechó que dejó de recibir oxígeno, para conducir desde el Hospital General, su transmisión matutina.
Teniendo de fondo el sonido de los aparatos médicos, Bonilla Valdez dijo que decidió irse a atender al Hospital General porque era el lugar donde más lo quieren.
Fui congruente, desde el momento que llegué he recibido cariño en el hospital de cómo me han atendido
Visiblemente convaleciente, Bonilla dijo que es la primera vez que lo hospitalizan, pues la última vez que estuvo en un nosocomio fue hace 25 años, por un dolor de cabeza, pero solo por algunas horas.
El mandatario señaló que se contagió entre el martes y miércoles de la semana pasada, en una de las tantas reuniones que tuvo tras la visita del presidente de la República.
Por su parte, el secretario de salud, Alonso Pérez Rico, precisó que ya está detectado el nombre de la persona que contagió a Jaime Bonilla y ya se le notificó para que entre en aislamiento.
Respecto a la condición del gobernador, el secretario de salud, dijo que desde el jueves 3 de diciembre se le hizo una tomografía de control, pero hasta el lunes, tras presentar dolor de cabeza, articulaciones, se decidió realizarle una una nueva tomografía, en donde se le detectó que tenía un proceso de neumonía.
El día jueves tenía un pulmón sano y el lunes se ve una neumonía pulmonar, que había un riesgo que se consolide y avance
Pérez Rico, indicó que el gobernador bajó su saturación a 90, para lo cual se le dio los cuidados que reciben los demás pacientes que están internados en el Hospital General y con ello no se le complicara su cuadro.
Destacó que gracias a que el mandatario no tiene obesidad, hipertensión y diabetes, la evolución de la salud de Bonilla es favorable y en próximas horas se analizará que abandone el Hospital General.
“He visto gente muy fuerte pero en tres o cuatro días han muerto y es precisamente porque no tomaron en serio ir al hospital”, decía Jaime Bonilla.
