‘La casa de las Hortensias’ una de las leyendas con más antigüedad en la ciudad de Tijuana, este relato comienza con Don José Espinel, un viudo portugués, sus dos hijas mellizas, el esposo de una de ellas y una sirvienta muda.
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Don José y su entonces esposa habían decidido nombrar a su bebe ‘Hortensia’, pero ellos aún no sabían que tendrían mellizas. Al fallecer su esposa el señor Espinel cumplió el deseo de su esposa y nombro a ambas niñas ‘Hortensia’, pero para poder distinguirlas nombro a la primera niña “Ada Hortensia” y a la segunda “Eva Hortensia”.
A pesar de tener una apariencia similar, ambas hermanas eran diferentes totalmente en personalidad. Ada Hortensia era una joven dulce y gentil con quienes la rodeaban, mientras que Eva Hortensia era hostil y desagradable con los demás, incluso se rumoreaba que le gustaba salir a altas horas de la noche con diversos hombres.
Ada contrajo matrimonio con un hombre llamado ‘Rene’, quien trabajaba en un centro nocturno en San Diego, California. Ambos fueron felices por un tiempo, hasta que la desgracia llego a sus vidas.
Una de esas tantas noches Rene paso por la habitación de su cuñada, hipnotizado por su belleza entro junto con ella a su cuarto y no salió sino hasta el día siguiente. Después de eso, fueron varias las noches que tuvieron encuentros. Pero ese secreto no solo quedo entre ellos dos, la sirvienta fue testigo de los múltiples encuentros de la joven Eva y el señor Rene, pero guardo silencio por un tiempo, sabiendo que si se sabía la verdad, ese lugar que era su hogar se desmoronaría.
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A pesar de todo, no pudo soportar más ese hecho y lo conto todo. Llevando consigo a su quería Ada a una habitación, le conto con fotografías y señas la infidelidad de su esposo con su hermana Eva. Incluso se las ingenió para señalar la hora de los encuentros. Comprendiendo lo todo lo que su sirvienta le explico, se encerró en su habitación, llena de tristeza y enojada con ambos por la traición que cometieron hacia ella.
Con todas esas emociones a flor de piel, espero hasta la hora indicada y salió de la habitación, se escabullo por los pasillos de la casa y llego a la habitación de su hermana, para evitar que la descubrieran bajo al jardín y se ocultó entre los arbustos a esperar. Cuando su esposo estaba a punto de entrar a la habitación de Eva, ella saco un revolver y le disparo. Matándolo en el acto.
Eva, horrorizada por lo que vio, salió huyendo de esa casa y jamás volvió. Don José, queriendo evitar la condena de su hija, decidió declararse culpable del asesinato de su yerno.
Ada Hortensia, queriendo sacar a su padre de la cárcel, ideo un plan con la sirvienta. El señor Espinel fue dado por muerto, alegando un ataque al corazón. Dentro de un ataúd, fue llevado a su casa y velado. Para no levantar sospechas colocaron ladrillos dentro y finalmente Don José vivió dentro de su hogar sin poder salir de nuevo.
El remordimiento fue carcomiendo a la podre de Ada de poco a poco, antes de morir, exhumo el cuerpo de su padre y lo cremo, nunca se supo dónde quedaron los restos. En el mes de octubre, Ada falleció, siendo su sirvienta la única que la acompaño.
En el parque Teniente Guerrero, muchos afirmaron ver a un señor de tercera edad, vestido de forma elegante con un libro en mano, pidiendo ser llevado con su hija Ada Hortensia.