Tijuana.- Más de dos millones de personas en Baja California practican la religión católica, de acuerdo con información del 2020 del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi), publicada en 2023.
Sin embargo, la tradición de no comer carne durante los viernes de Cuaresma poco a poco ha desaparecido, pues cada vez es menor la cantidad de personas que compra pescado en ese periodo.
Desde hace 10 años han disminuido las ventas de pescado durante la Cuaresma, mencionó Rolando Silva, gerente de la pescadería Las Playas, ubicada en la calle Flores Magón, Sexta, entre el callejón Ocampo y la avenida Sirak Baloyan, Zona Centro.
“Veo un decremento, cada vez la gente va menos a misa. Existe la tradición del mexicano de comer pescado los viernes, pero la cuestión del Miércoles de Ceniza y la Semana Mayor ha estado bajando la venta, se nota mucho en la afluencia de la gente”, añadió.
El gerente de la pescadería destacó que en 2023 las ventas disminuyeron entre 10% y 15% en comparación con 2022 durante la Cuaresma, lo atribuyó a posibles problemas económicos de los compradores.
“O tal vez el año antepasado fue un año superior por la cuestión de la terminación de la pandemia, la gente se desató comprando, el año pasado estuvo más calmado”, dijo.
En la pescadería Las Playas esperan que este año las ventas incrementen entre 10% y 15% en comparación con 2023, pero el clima ha complicado el inicio de la temporada, incluso el pasado miércoles de ceniza hasta el mediodía los consumidores eran pocos, comentó el gerente.
“La Cuaresma se está juntando con la temporada de lluvias, se adelantó mucho la Cuaresma y a nosotros nos afecta mucho el clima”, explicó.
Las lluvias recientes también complicaron la pesca en los 11 campos pesqueros con los que cuenta Las Playas, ubicados en Guerrero Negro, Bahía de los Ángeles y Santa Rosalía, Baja California Sur.
“La semana pasada hubo escasez por la situación de las lluvias, cuando hay lluvia regularmente no salen a pescar porque el mar se pone muy picado y es muy peligroso”, detalló el gerente.
Regularmente, la pescadería recibe entre 15 y 20 toneladas de pescado, esto se vende en un periodo de tiempo de 3 días hasta una semana, explicó Rolando Silva.
El producto que más se vende durante la Cuaresma es el filete de pescado, el pescado para freír y el camarón, mencionó el gerente de la pescadería.
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“El filete de pescado regularmente de angelito y cabrilla (...) En la ciudad hay mucha gente que es de Sinaloa, ahí se consume mucho el camarón, es el tercer producto que más vendemos”, detalló.
Rolando Silva dijo que la temporada en que las ventas son más altas es verano, pues aumentan entre 40% y 50%.
“En la Cuaresma solo la Semana Mayor, es cuando también tenemos un 40% y 50% más de lo habitual”, precisó.
La temporada baja para las pescaderías es desde octubre hasta enero, pero en este año incluso febrero ha sido complicado, mencionó el gerente.
“Nos ha ido muy mal, la lluvia nos pegó muy fuerte, pero estamos a punto de recuperarnos”, reiteró.
Por otra parte, Héctor Guerrero Grande, cajero de la carnicería Canales, ubicada en la misma calle que la pescadería Las Playas, pero entre la avenida Francisco I. Madero y avenida Negrete, coincidió con Rolando Silva, pues la venta de carne los viernes de Cuaresma ha ido incrementando año con año.
“Tenemos 50 años aquí, ya se perdió algo la tradición, los viernes baja un poco la venta, pero los sábados repunta como si la gente no hubiera comido. En la semana mayor el jueves y viernes baja la venta, incluso el viernes cerramos, pero el sábado viene mucha gente como si estuvieran ansiosos de comer carne”, expresó.
Guerrero Grande también estimó que desde hace 10 años se ha perdido la tradición de no comer carne los viernes de Cuaresma, esos días solo disminuyen 25% las ventas.
“Hace 20 años nos quedábamos solos, bajaba la venta los viernes de Cuaresma de 60% a 75%”, detalló.
En la carnicería Canales la temporada de mayores ventas es a finales de diciembre, días antes de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, con un incremento de hasta el 200%.
En enero el consumo de carne disminuye, de acuerdo con el cajero.
“Pero viene el Super Bowl y la gente otra vez viene e inicia la temporada de celebraciones, estamos en frontera y viene gente de Estados Unidos a comprar”, destacó.
Durante la Cuaresma incrementa la venta de pollo en la carnicería Canales, dijo Guerrero Grande, pero la carne roja continúa como el principal producto de consumo.
“Se ha perdido la tradición, o la gente se está volviendo menos religiosa”, finalizó.