Personas que padecen diabetes tipo dos están enfrentando dificultades para adquirir en Baja California el medicamento Ozempic, debido a que se encuentra agotado en las farmacias.
Este fármaco, que requiere receta médica, tiene como efecto secundario la reducción de peso, por lo que se ha vuelto popular entre personas sin diabetes que buscan reducir tallas.
La Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) alertaron desde el año pasado sobre la venta ilegal de Ozempic (semaglutida) a través de plataformas de transacciónes en línea y redes sociales.
“...es importante mencionar que cualquier otra indicación terapéutica no se encuentra autorizada por esta autoridad sanitaria, entre ellas para la pérdida de peso”, advirtió la Secretaría de Salud.
Tanta ha sido la demanda, que la Organización Mundial de la Salud (OMS), alertó de la venta de Ozempic falso en países como Brasil y Estados Unidos.
José Ramirez Beltrán, de 40 años, padece diabetes tipo dos y no ha podido adquirir este producto inyectable desde hace varios meses.
“Ha sido una aventura encontrarlo porque no hay abasto en Tijuana, tampoco en el estado”, señaló.
Contó que el personal de las farmacias le ha comentado que desde hace meses se les acabó el medicamento y no les han vuelto a surtir, pero tampoco hay una fecha para volver a tenerlo a la venta.
“En alguna me dijeron que sí les llega pero era poco producto, que se los entregan a clientes distinguidos o que tienen un convenio con la farmacia”, relató José Ramirez.
Contó que su doctora al hacer la receta le advirtió que sería “casi imposible” encontrarlo, pero era la mejor opción para tratar su padecimiento.
“El efecto secundario es que adelgaza muy rápido y por eso ahorita la gente lo está comprando para bajar de peso y no hay en el mercado. Sé que incluso viene de Estados Unidos a comprarlo”, mencionó.
Ozempic, que contiene semaglutida, actúa imitando la acción de la hormona GLP-1 en el cuerpo.
Esta hormona es responsable de estimular la producción de insulina y de reducir el apetito, lo que contribuye al control glucémico y al manejo del peso corporal.
El presidente en Tijuana de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Julián Palombo Saucedo, confirmó que este producto inyectable no está llegando a la farmacias, sin embargo es buscado por los clientes.
“Como que se lo están vendiendo a ciertos hospitales. No sé cuál es la razón, pero no se puede conseguir ese medicamento con los distribuidores y proveedores, está muy difícil”, señaló el también propietario de una farmacia.
Palombo Saucedo añadió que muchas personas con problemas de obesidad lo están buscando y prácticamente se están autoprescribiendo el medicamento, sin medir el riesgo que esto puede tener.
“Todo medicamento tiene un efecto secundario, y éste no va a ser la excepción”, recalcó el presidente de la Canaco Tijuana.
Dijo que este medicamento debe ser vendido con receta médica, aunque no se trata de un producto controlado.
Sobre la escasez por la posible compra de personas provenientes de Estados Unidos, respondió que es un producto costoso, oscila entre los cuatro mil a los siete mil pesos, por lo que es comprado por personas con solvencia económica.
“Las farmacias de México no pueden aceptar recetas médicas de Estados Unidos, indicación de la Cofepris, tiene que ser una receta expedida por algún médico que cuente con su cédula profesional, su registro ante la Secretaría de salud y en qué universidad estudió”, explicó.
“Hay algunas clínicas clandestinas o no autorizadas por la Cofepris, así se ha escuchado, que pudieran estar haciéndolo, sin embargo, desconozco si algún lugar o alguna clínica, gimnasio, estética esté aplicando este tipo de tratamientos”, apuntó.
El pasado mes de junio, la Cofepris advirtió de los riesgo de automedicación y consumo sin supervisión médica de semaglutida (Ozempic) y liraglutida, ya que pueden causar daño renal, estreñimiento, mareos, taquicardia, infecciones y dolor de cabeza, además de tendencias depresivas y suicidas.
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La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), también subrayó que “pueden provocar estrés excesivo en el hígado o el páncreas, lo que podría resultar en un fallo de dichos órganos”, e incluso causar la muerte.
José Ramírez, al no encontrar el medicamento que necesita para tratar su diabetes tipo dos, regresó con su doctora para pedir otra opción y recibió una nueva receta, ahora de pastillas con semaglutida.
Contó que el efecto es más tardado y no funciona igual que el inyectable.
“(Para) las personas que padecemos diabetes tipo dos y obesidad muchas veces es complicado porque unos medicamentos te hacen subir de peso, lo que complica muchas veces más la enfermedad”, indicó José Ramírez.
