Tijuana.- La garita de Otay se ha convertido en el “dormitorio” más grande de Tijuana, por las decenas de personas que toman una siesta en el puerto internacional, horas antes de que este abra, para alcanzar a llegar con tiempo a sus centros de trabajo.
Desde el domingo 3 de mayo la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), decidió limitar el horario de operación de la garita de las 6:00 a las 22:00 horas, justificando dicha medida por la disminución del flujo vehicular tras las restricciones de viaje.
No obstante, por su cercanía al área industrial de Otay Mesa en San Diego, esta garita resulta esencial para miles de ciudadanos que prefieren llegar con mucho de anticipación, aunque esto implique sacrificar horas de sueño en la comodidad de su cama.
Solo basta una cobija y una almohada para garantizar un buen descanso mientras se espera a que abra la garita, los más afortunados reclinan el asiento de su automóvil y se disponen a ir a los brazos de morfeo, en tanto que los que cruzan por la vía peatonal, deciden llevar una silla plegable y una colcha, para soportar el frío, que hay a esa hora de la madrugada.
Al marcar el reloj las 6:00 de la mañana, todos los que dormían, se disponen a despertar, pues saben que inicia el camino a Estados Unidos, con la apertura de las casetas de inspección. Los que madrugaron más, serán los primeros en cruzar.
De acuerdo a los datos compartidos por CBP, durante la actual emergencia sanitaria, la Garita de Otay es usada diariamente por 42 mil vehículos y 14 mil peatones. De esa cifra, entre el 90 y 94%, tienen residencia o ciudadanía estadounidense.