Tijuana.- Sin avances en la construcción, así se observa del lado mexicano el proyecto de edificación de la garita Otay II, señaló el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Tijuana, Francisco Rubio Rangel.
“Este año, las autoridades mexicanas deberían de empezar muy agresivas en el avance de las obras”, planteó.
Sobre todo, dijo, porque el desarrollo del proyecto binacional registra un amplio progreso, pero solo en la parte de Estados Unidos, como quedó demostrado en el recorrido efectuado en territorio norteamericano para constatar el avance de la obra que se proyecta inaugurar en 2024.
Ante ello, demandó a las autoridades mexicanas acelerar el paso para emparejar el avance del proyecto, con el progreso alcanzado en territorio estadounidense.
Indicó que, de acuerdo a las autoridades mexicanas, sí han avanzado con el proceso legal para obtener la propiedad de los terrenos por dónde va el trazo de lo que será el nuevo puerto de cruce fronterizo en Otay.
También han comentado que se continúa con la reubicación de quienes ocupan el terreno en donde se construirá el acceso a la garita y las instalaciones de la misma, además de que ya van a iniciar con la edificación de un bulevar.
“Lo último que nos dijeron es que ya lo tenían solucionado todo eso y que ahorita sí ya le iban a meter turbo para empezar ya con el compactamiento, las terracerías, todo lo que se requiere para iniciar la obra”, agregó Francisco Rubio.
Sin embargo, el presidente del CCE en Tijuana dijo que a los sectores productivos que representa no les queda más que confiar en la versión de las autoridades a cargo de la obra, toda vez que no tienen acceso de primera mano a esa información.
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Ante el poco progreso del proyecto, insistió en que se debe acelerar el paso, no solo para emparejarlo con el avance logrado del lado de Estados Unidos, sino para que lo alcance a inaugurar el presidente Andrés Manuel López Obrador en 2024, como lo tiene previsto el propio gobierno.
Añadió que la apertura de una nueva garita de cruce internacional, hará más atractivo al estado de Baja California, particularmente a la ciudad de Tijuana, pero sobre todo será de gran beneficio para la industria maquiladora, ya que permitirá acortar los plazos en la exportación e importación de productos.
