La niñez en Tijuana está preocupada y afectada por la violencia

“No lleva a nada, solo a más golpes, es mejor arreglar todo con palabras”, dice Stephen de 13 años de edad

Eduardo Jaramillo Castro | El Sol de Tijuana

  · sábado 30 de abril de 2022

A los menores les preocupa además el cuidado del planeta por la sobreexplotación de los recursos naturales. Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana

Tijuana.- La niñez, uno de los sectores más afectados emocionalmente por el confinamiento de la pandemia, no parece estarla pasando bien en este su día.

Está preocupada por todo tipo de violencia igual que por el daño al ambiente, y su visión del futuro no luce muy esperanzadora.

Niños y niñas que hablaron para este reportaje con motivo del 30 de abril manifestaron en primer lugar su preocupación ante la inseguridad y la violencia porque la ven, o la viven.

También les preocupa el respeto entre las personas y Stephen, de 13 años de edad, dice que no solo hay que pedir ese respeto, sino respetar los derechos de los demás.

Fueron entrevistados en el marco del Día del Niño. Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana

“No me gusta la violencia, sé pelear, defenderme, pero me incomoda. La violencia no lleva a nada, solo a más golpes, es mejor arreglar todo con palabras”, explicó.

Considera inmaduro que los adultos usen la violencia para solucionar problemas porque supone que razonan más que los niños.

¿Has sufrido un hecho de violencia o has sido testigo?

Sí. Cuando tenía ocho años, el novio de mi mamá llegó a amenazarla con un arma pero yo no podía hacer nada, me quedé paralizado.

En mi casa vive un niño que creemos que vive violencia familiar, se ve que no le dan lo necesario para que viva bien.

Ayer le preguntamos qué pasaba en su casa y nos contó que le pegaban en su casa. Nosotros creímos que con una chancla, pero nos dijo que a golpes. Me sorprendí porque es un niño pequeño de siete años.


¿Les has contado a alguien?

No. El niño se ve feliz, por eso nos sorprendimos.

Para Stephen, en su filosófica forma de ver el mundo, es necesario que haya de todo.

“De lo bueno y de lo malo, porque supongamos que si no hubiera lo malo, los policías no tendrían trabajo. Si no hay trabajo no les pagan, no hay dinero”.

Sin embargo, consideró que los delitos “ahora están en un nivel arriba, lo que sería bueno es que bajarán para que haya un balance”.

La directora ejecutiva del Club de Niños y Niñas de Tijuana, Laura Ochoa Garza, dijo que siete de cada 10 niños en su hogar padece algún tipo de maltrato y que esto aumentó durante el confinamiento por la pandemia.

Laura Ochoa Garza, directora del Club de Niños y Niñas de Tijuana. Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana

“Si le agregamos la cifra negra, es decir los casos que no son denunciados, estamos ante un escenario bastante preocupante”, recalcó la directora.

El maltrato físico y emocional provoca baja autoestima, amargura, inseguridad y a largo plazo, la pérdida del vínculo paterno.

“Los padres consiguen que sus hijos se comporten bien porque los castigan, pero no premian las conductas adecuadas o lo que se hace bien”, mencionó.

El problema es que la violencia va restando al desarrollo integral. No sólo violenta los derechos sino que crea un dolor, una herida interna en los niños, agregó.

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Samantha y Elisa, ambas de 10 años pero sin ninguna relación entre ellas, coincidieron en su preocupación por la desigualdad y la violencia contra la mujer, así como los derechos de los niños.

“A veces creo que no se respetan los derechos de los niños en el país. Hay mucha violencia y maltratan a las mujeres”, manifestó Samantha, integrante del Club de Niños y Niñas.

“Las mujeres tienen derecho a ser como ellas quieren ser”, enfatizó.

Muchos de los niños no tienen la oportunidad de ir a la escuela. Foto: Ángeles García

Por su parte, Elisa, alumna de la escuela primaria Mentor Mexicano, considera que vivimos en un mundo en el que nadie respeta a nadie, secuestran a las mujeres, niños y estudiantes por igual.

“Nosotras la mujeres asumimos el poder. En la Ciudad de México se hacen marchas, donde también se lastiman mujeres por hacerlo”, señaló

No siente que haya plena libertad de expresarse, sobre todo cuando se es mujer.


¿Se necesita hacer cambios?

Yo digo que sí. Nosotras no deberíamos tener enojo el 8 de marzo, porque no nos respetan, nos roban, nos dicen cosas, etc.


LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA EN LA NIÑEZ

La directora Laura Ochoa explicó que tras el regreso al Club de Niños y Niñas al terminar las restricciones por la pandemia, no reconocían a los niños por su actitud. Regresaron con apatía, con distimia (periodos de llanto), rezago educativo en materias fundamentales como español o matemáticas, y baja autoestima.

“Al estar en casa los niños estuvieron hasta un 70% ocupados en el uso del celular sin ninguna supervisión.Eso actúa en contra porque están en interacción con un contenido que no va de acuerdo con su edad y con contenido que les perjudica”, detalló.

Los niños y las niñas entrevistados, quienes eligieron un seudónimo, manifestaron extrañar la escuela o el club porque querían convivir con sus amigos.

Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana

A Ronaldo, un niño que quiere ser futbolista, le gusta el mundo así como está… Pero sin pandemia.

“Casi tres años no pude jugar con sus amigos ni ver a mis maestros”.

Durante la pandemia y encerrado en su casa, contó Ronaldo, se la pasaba “viendo televisión”, aunque no pudo recordar cuáles programas.

“Todo se me olvida muy rápido”, dice.

“Me sentí triste porque no pude ver a mis profesores, pero ahora ya estoy feliz de nuevo. Estaba aburrida porque casi no salía y no tengo amigos cerca”, contó en cambio Samantha.

Para la maestra de educación especial, Alicia, los niños regresaron a las aulas con mucha irritación, ansiedad y estrés luego de los dos años de confinamiento. Algunos presentaron cuadros más severos que otros y hay quienes se han ido recuperando.

Según Solís, la pandemia aceleró el problema. Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana

“Lloran muchos, que se quieren ir a su casa, otros se hacen del pipi, unos tartamudean, se comen las uñas, además que hacen movimientos que muestran niveles de estrés”, detalló.

Algunos son agresivos, y eso solo puede significar una cosa: “tienen problemas de violencia en su casa”, apuntó.


MEDIO AMBIENTE

José Manuel, de 11 años de edad, tiene muy poca esperanza de que el mundo pueda cambiar en favor del medio ambiente porque las empresas no quieren perder dinero.

“Hay de dos: o ellas pierden dinero o te matan”, comentó.

Y ya hablando de violencia, relató que involuntariamente ha estado cerca de balaceras, como una vez que su mamá lo llevó a un entrenamiento de fútbol y afuera se escucharon balazos, lo que hizo que se preocupara por su mamá.

Leonel, de 12 años, el niño que de grande quiere ser poeta o gimnasta, tampoco es muy optimista y dice que las personas solo buscan su beneficio económico, por eso hay sobreexplotación de los recursos y “nos estamos acabando el planeta”.

“Si hicieran lo que necesitan nada más, no estaríamos tan mal”, sentenció.

En BC hay 104 niños por cada 100 niñas, según el Inegi. Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana

¿Qué propondrías para cambiar las cosas?

Siento que hay mucha sobrepoblación, no debería de haber tantos humanos en la tierra. Y las botellas de plástico sean reutilizadas.


DERECHOS PARA NIÑOS Y ESCUELA PARA PADRES

Los derechos de los niños y niñas no se atienden en las escuelas porque tienen un modelo deficiente, en los hogares tampoco, y en la calle todos estamos en vulnerabilidad, dijo Laura Ochoa Garza, directora del Club de Niños y Niñas de Tijuana.

“Cada día en Tijuana se cometen 5 homicidios dolosos por día, hay balaceras y disparos durante todo el día, desde ahí se violentan todos los derechos”, señaló.

Y los modelos educativos en México no están diseñados para la prevención de la violencia ni para garantizar los derechos de los niños, agregó.

Los menores desean un mejor futuro. Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana

Para mejorar la calidad de vida de los niños es necesario empezar en el hogar y para eso es necesario educar a los padres de familia proporcionándoles técnicas que descarten el uso de la violencia y al mismo tiempo a imponer reglas en la casa.

“Los padres no debemos buscar que los hijos nos quieran, sino hacer hombres de bien, buenos aunque no nos quieran en el intento”, enfatizó.

Recalcó que hay muchas técnicas para educar a los hijos sin violencia pero falta mayor acceso a ellas.

“El diseño de las instituciones no ha evolucionado, es el mismo desde hace muchos años, obsoleto, no funciona”, recalcó.

Estas técnicas deben incluir ayuda para que los padres controlen su propio estrés y recomiendan no ventilar los problemas de pareja delante de los hijos, porque ellos cargarán con esas preocupaciones.