Este 28 de julio el Congreso de Baja California aprobó la tipificación de los crímenes de odio en el Código Penal, por lo que Teresita Díaz Estrada, perteneciente al Departamento de Incidencia Política del Cocut (Comunidad Cultural de Tijuana LGBTI AC), indicó que las penas cuando se comete un crimen de odio debe ser más severas.

“La pena debería ser más severa, finalmente estamos hablando del beneficio de toda la sociedad, en específico la comunidad, pues es muy sensible y los casos son muy especiales(...) Nosotros hemos estudiado cómo procede, y la ‘chispita’ son esos discursos de odio que se emiten desde diferentes esferas donde no quieren que la comunidad tenga sus derechos merecidos. Esto genera estos crímenes, amenazas, persecuciones, acoso cibernético y a las personas, en el último de los casos las desapariciones forzadas”, explicó.

Dentro de los crímenes que suceden a miembros de esta comunidad, no solo se reduce al asesinato o desaparición, pues Díaz Estrada comentó que métodos de exposición realizan los crimininales en estos actos en específico.

“Las muertes de la comunidad LGBT no solo es el cuerpo sino la exposición del cuerpo. Por ejemplo, asfixian a una persona, pero también la queman, la apuñalan, en algunas ocasiones les cortan el pene y lo ponen en la boca. Este tipo de características hacen que la Comunidad defina qué se trata de un crimen de odio. Al momento de aumentar las penas en definitiva es un criminal menos en la sociedad, por más años mínimo”, expresó.

Además del aumento en las penas de los culpables de estos crímenes, Díaz Estrada comentó que deben mejorarse los protocolos de acción por parte de las autoridades, además los familiares de las víctimas deberían facilitar información para tener estadísticas más completas de los casos de crímenes de odio.

“Todavía se tienen que trabajar en los protocolos de actuación. Si hay un crimen se deben ver ciertos factores para hacer más severa la pena (...) El asunto que tenemos es que nosotros hacemos el estudio respecto a las notas que salen en prensa, en algunas ocasiones las familias de las víctimas de la comunidad no sacan la información a los colectivos por estigmas sociales, además no todos los medios cubren este tipo de notas”, concluyó.