El escritor tijuanense, Luis Humberto Crosthwaite, hizo la presentación de su libro “Misa Fronteriza”, como parte de los textos impulsados por el Fondo de Cultura Económica.
El reconocido escritor nacido en 1962, acudió a la Zona Centro de Tijuana, en uno de los puntos donde existen mayor número de personas en situación de calle y con acceso limitado a espacios culturales.
“Lo que tiene que interesante el Libro Bus es llevar los libros del Fondo a comunidades que típicamente no tendrían acceso a libros y el catálogo del fondo es muy basto, hay libros de filosofía, historia y una conexión magnífica y me da gusto que lo lleven a colonias marginadas de las ciudades”, agregó.
Destacó que su texto escrito hace 22 años y que ha venido presentando en distintas partes del mundo, lo ha actualizado según el contexto que ha vivido Tijuana, ya que en este par de décadas ha venido evolucionando fenómenos como el de la migración.
“Es un texto que habla de migración, cultura popular, habla de nuestra cultura norteña, hago contraste con la del sur del país. Ahora migran mujeres, miembros de la comunidad LGBT, yo trato de mantener la misa fronteriza viva, para que aborde estos temas y los incorpore”, agregó.
Apasionado de la historia de Tijuana, recuerda con nostalgia aquella frontera en la que creció en los años 60 y 70, que le sirvió de inspiración para su obra.
“La oportunidad de haber nacido aquí en una Tijuana muy distinta a la de ahora, me da la oportunidad de reflexionar sobre diversos temas y sobre todo no los temas son de violencia. No le voy a dar la espalda a ese tema porque es parte de la historia de nuestra ciudad, pero tengo historias de lo que fue Tijuana de manejar en la Zona Río antes de que hubiera comercio y jugar béisbol donde antes era el Cecut. Todas esas historias son parte de mi ciudad”, rememoró.
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Por último, fue cuestionado sobre cuál es su sentir del momento actual que vive Tijuana y si se siente satisfecho de la evolución que ha presentado esta frontera en los últimos años.
“No me gusta (ríe), pero soy el típico viejito que dice que lo de antes estaba mejor. La Tijuana de ahora tiene su cura (ríe) pero la de antes era otro rollo, pero es mi ciudad y yo la quiero en cualquier contexto”, concluyó.