Karina Torres
Tres meses han pasado desde que comenzó la toma continua de casetas de peaje que conectan a la ciudad de Tijuana con los municipios vecinos de Playas de Rosarito y Tecate. Distintos grupos se han colocado, en las últimas semanas, levantando las plumas y permitiendo el libre tránsito de los viajeros a cambio de una “cooperación voluntaria”. Pese a que la actividad se ha desarrollado en los últimos meses, las autoridades siguen trabajando en la estimación de las pérdidas que ha representado esta actividad en la región.
De acuerdo con autoridades de Caminos y Puentes Federales (Capufe), cada que se registra la coma de alguna caseta, ellos presentan la denuncia correspondiente ante la policía federal, que hace lo propio y apoya en el reporte ante la Procuraduría General de Justicia en la Entidad (PGJE). También, de acuerdo a las últimas cifras proporcionadas por la autoridad federal, en promedio al menos cuatro denuncias por día se habían presentado en el último mes y medio a raíz de la toma de las casetas de peaje.
Los grupos son diversos; agrupaciones que dicen representar a adultos mayores afectados por los deslizamientos de tierra ocurridos en la colonia Lomas del Rubí y Mexicali Resiste son solo algunos de los que comenzaron a presentarse durante los fines de semana y que, al menos en las últimas cuatro semanas, han comenzado a estar presentes por lo menos durante cinco días a la semana.
Desde las 6:00 horas y hasta entrada la noche, los grupos se presentan en los distintos carriles tomando uno o dos; por la noche se retiran para presentarse al siguiente día. Esta rutina ha generado grandes afectaciones económicas; sin embargo, el libre tránsito de los viajeros no se ha visto mermado.