Tijuana.- Una mujer del interior de la República es enamorada y traída a Tijuana, con la promesa de cruzar a Estados Unidos. Al llegar a la frontera, es obligada a tener relaciones sexuales y secuestrada por una red de trata de personas.
A diferencia de otros delitos de alto impacto, que a la luz de la nota roja elevan su nivel de gravedad, la trata de personas no ocupa los reflectores pese a ser un delito de alta incidencia, sobre todo en la región fronteriza.
SON ENGAÑADAS
Bertha Alicia Martínez, directora general de Centro Atención a la Violencia Intrafamiliar, espacio que desde hace décadas da refugio a mujeres víctima de violencia y trata de personas, reconoce que en los últimos años ve cómo ha ido en aumento la incidencia en este último delito.
La activista ha escuchado decenas de testimonios de mujeres que relatan sus historias y cómo fueron cayendo en las redes de trata.
“Para mí ha incrementado el delito. Llega gente que nos dice: Yo vengo de Michoacán, es que tuve una persona que me dijo que me viniera porque me va a cruzar a Estados Unidos. Me vine hace un mes, pero él empezó a decirme que no tenía dinero para pagar para que me cruzaran. Entonces me dijo, para conseguir dinero, mi vecino quiere acostarse contigo y nos va a pagar, yo voy a administrar ese dinero y te lo voy a guardar para cruzarte. Eso es trata. Yo no me quiero acostar con él, pero lo hice dos veces y luego me trajo otro. Eso es trata. Porque a eso se dedican, van a los pueblos, enamoran a la bonita y se la traen”, relató.
Señaló que luego de que la víctima logra escapar de su abusador, es canalizada a un refugio, en donde se le protege durante el tiempo necesario, mientras logra recuperar algo de su vida anterior.
“La trata es un tema terrible. Se supone que tres meses dura el proceso, pero dura lo que ellas se sientan sin miedo, capaces de salir a trabajar y junten algo de dinero. Se reciben mujeres de otros estados, es tratar de remediar una problemática sería”, manifestó.
Además dijo que los visitantes no siempre tienen información sobre la manera en que operan los estacionómetros.
ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
FALTA MÁS DENUNCIA
Adriana Lizárraga González, titular de la Fiscalía Especializada en Delitos contra Mujeres por Razón de Género, indicó que el año pasado fueron 38 casos judicializados por trata de personas, mientras que en el año en curso van siete inicios por ese crimen.
“Es importante la denuncia, que confíen en la Fiscalía. Que no haya impunidad sea quien sea que cometió un delito”, expresó.
Lizárraga González señaló que la mayoría de las víctimas de trata son mujeres del interior de la república que fueron traídas al estado a base de engaños.
“Hay víctimas de Veracruz, Tlaxcala y de otros estados. Una de las modalidades de la trata es la explotación sexual y engañar y enganchar a las víctimas, que son traídas de otras partes de la república para que trabajen”, puntualizó.
La titular de la Fiscalía Especializada en Delitos contra Mujeres por Razón de Género, aseguró que en caso de que una víctima señale que trabajó en ciertos bares nocturnos, se realizan operativos especiales, de otra manera, se realizan operativos de presencia que serán reanudados después de dos años.
“Por lo regular se rescata a la víctima, se le brinda seguridad, se les lleva a albergues, a otros estados de la república para que estén a salvo, en lugares donde se les atiende”, concluyó.