Crisstian Villicaña
Tijuana.- Guillermo Salas Gallardo padece un tumor canceroso en el cuello desde 2016, el cual se trata en la Clínica 20 del Seguro Social, misma que le he negado en repetidas ocasiones la opción de realizarse radiaciones con las cuales podría combatir este mal; sin embargo, diferentes excusas lo han llevado a estar sin tratamiento desde diciembre de 2017.
"Le hicieron nueve quimioterapias, pero, entre esas nueve, tenían que ir tres radiaciones y se las han cancelado todas; no le han dado ninguna radiación. La doctora que lo mira a él se enoja, me dice que tengo que pelear las radiaciones, porque, si no, van a ser puras quimioterapias y se le va a desgastar el cuerpo. El pasado 16 de abril tenía cita con la doctora; fui y no lo atendieron. Nos dieron otra cita hasta julio; desde diciembre no me lo atienden. El tumor era movible y hoy se lo tenté y esta duro; es un tumor más grande que una naranja y no lo quieren atender", narró Rosario Díaz, esposa del paciente.
La señora, junto a su esposo, mantienen a tres hijos, una niña de diez que asiste a la primaria, una de quince años que está en secundaria, y un joven de 19 años que acaba de ingresar a estudiar en la Universidad Autónoma de Baja California.
"Me cancelan las radiaciones, porque dicen que hay gente más grave que él, que hay otra gente que va primero, y yo les digo que lo que tiene mi esposo es grave. También me dicen que el aparato se descompone; entonces, esperan que mi esposo se agrave para que lo atiendan. Nosotros tenemos que ver que él esté bien, porque nosotros dependemos de él".
"Mi esposo está entrando en una depresión, está cansado. Sobrevivimos gracias a una pensión que le dieron por dos años, temporalmente, y una tienda de abarrotes pequeña que pusimos. Acá donde vivimos, en el Cerro de las Abejas, también es complicado estar yendo para que no lo atiendan", finalizó.