Eliud Ávalos Matías
Tijuana.- Legalizar las drogas no es necesariamente el camino para abatir la violencia en el país, manifestó el catedrático del Colegio de la Frontera Norte, José María Ramos. La disputa, según explica, tiene que ver con el trasiego de enervantes a Estados Unidos.
En cuanto a las recientes declaraciones del candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade Kuribreña, sobre la legalización de las drogas, el doctor Ramos dijo que coincide con esta apreciación, porque la dinámica nacional en la frontera es distinta, porque se disputan los espacios para el tráfico de cocaína y metanfetaminas.
“El tema de la marihuana es más local o regional. Posiblemente sí disminuiría un poco la violencia, pero podría provocar males mayores, porque tenemos problemas graves de adicciones de jóvenes adolescentes”.
Apuntó que el consumo entre jóvenes tiene efectos diferentes a los que puede provocar en un adulto.
“Creo que tiene cierta razón este planteamiento, pero yo agregaría que lamentablemente la política de prevención de adicciones es muy limitada en México. Los países desarrollados que han legalizado la mariguana tienen un modelo más integral que fortalece la política de prevención y tratamiento, pero en México hay restricciones presupuestales y otras prioridades”.
El catedrático señala que para los grupos delictivos se ha vuelto importante comprar tierras y tener plantíos directamente en Estados Unidos, lo cual habla de que se van adaptando a las dinámicas.
También destaca que el caso mexicano es diferente y que, en Tijuana, por ejemplo, “el asunto está vinculado a temas de disputas por trasiego de cocaína y metanfetaminas y un poco de marihuana”.