El verano inició en Baja California y una de las actividades que disfrutan las familias durante este periodo del año en el que las temperaturas incrementan, es un chapuzón en una alberca.
De acuerdo con la Comisión Estatal para la Prevención contra Riesgos Sanitarios (Coepris), en el estado hay aproximadamente 400 albercas, también llamados “cuerpos de agua”.
Pero la Coepris solamente ha podido visitar y revisar la mitad de esos espacios que estarán muy socorridos en los próximos días.
“Han sido llevadas a cabo 136 visitas de verificación. Hay establecimientos que tienen un solo cuerpo de agua y hay establecimientos que tienen dos o tres cuerpos de agua, en una sola revisión se realizan los monitoreos de los cuerpos de agua que tenga el establecimiento”, mencionó Rosario Evaristo Ruiz Palafox, director de Control Sanitario de la Coepris.
El 75% de los establecimientos registrados con albercas están ubicados en los municipios de Mexicali y Ensenada, el resto en Tijuana, Playas de Rosarito, San Quintín y Tecate, dijo el funcionario estatal.
Ruiz Palafox mencionó que el objetivo de la paraestatal es concluir la revisión de todos los cuerpos de agua antes de septiembre.
“Hay veces que se alcanza a revisar el total del padrón antes y se inicia una segunda vuelta”, añadió.
La tarea de la Coepris consiste en verificar las condiciones físicas de los establecimientos, como el revestimiento interno de las albercas, que tengan paredes impermeables, superficies lisas que sean fácilmente lavables, que la pintura sea retocada y que la presencia de tierra y vegetación esté alejada del cuerpo de agua, explicó el director.
“Se verifican las faenas de mantenimiento de limpieza de la alberca, que se suministren los químicos necesarios para la claridad y matar bacterias, que tengan una bitácora de limpieza constante de la alberca, que se encuentre debidamente clorada y monitoreada su cloración”, detalló.
Durante el verano es necesario que la cloración de las albercas se realice por lo menos cada hora para mantener el nivel adecuado, agregó.
Además, la Coepris realiza estudios bacteriológicos para detectar la posible presencia de la ameba de la vida libre, una bacteria endémica de la zona de Mexicali que se presenta debido a las altas temperaturas de ese municipio.
“Regularmente la atención está más centrada en Mexicali, donde las temperaturas son más extremas. Esto no exime que los demás municipios sean monitoreados”, dijo el director de Control Sanitario.
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, la ameba de la vida libre puede adquirirse al ingerir alimentos o agua contaminada y puede provocar abscesos hepáticos, así como la expansión de la bacteria hacia el hígado, pulmones y cerebro.
Los síntomas al contraer la ameba de la vida libre son pérdida de peso involuntaria, dolor abdominal, gases excesivos, dolor rectal al defecar, dolor abdominal, fiebre, vómito y heces con sangre.
José Adrián Medina Amarillas, titular de la Secretaría de Salud de Baja California, mencionó que los riesgos para los usuarios al ingresar en una alberca con agua contaminada van desde enfermedades de la piel y conjuntivitis hasta enfermedades respiratorias y digestivas.
“La ciudadanía puede no tener conocimiento de muchos factores de riesgo que implica tener una agua no corriente como una alberca, que esté contenida en un espacio determinado”, dijo el secretario.
Rosario Evaristo destacó que en las casi 200 revisiones de los 400 cuerpos de agua que ha realizado la Coepris no han detectado presencia de la ameba de la vida libre ni anomalías que pongan en riesgo la salud de los usuarios.
“Solo tiene que ver con condiciones de mantenimiento y conservación de las instalaciones en general. Parte de las observaciones que se realizan es que tienen que estar debidamente limpias y acondicionadas. De los monitoreos en los resultados de laboratorio no nos han arrojado un tema positivo de alguna cuestión bacteriológica”, detalló.
RECOMENDACIONES
A los vacacionistas que planean disfrutar de las albercas en el estado, Ruiz Palafox recomendó buscar que los balnearios tengan a la vista los resultados de laboratorio donde se exponga que se tomaron muestras del agua y que la presencia de la ameba de la vida libre fue negativa en los resultados.
“Todos los establecimientos están obligados a exhibir al público los resultados de laboratorio (...) Revisen que las paredes y pisos se vean limpios, que no estén resbaladizas o con una película grasosa en su superficie y obviamente la claridad del agua”, señaló.
También reiteró que es necesario que en los establecimientos realicen monitoreos cada hora, y de ser necesario inyectar la medida de cloro necesaria. “Incluso sacan a la gente, posteriormente vuelven a ingresar”, dijo.
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Si las muestras de laboratorio arrojan resultados positivos de presencia de ameba de la vida libre, la alberca o cuerpo de agua es cerrado, mencionó el director de Control Sanitario.
“El propietario tiene que llevar a cabo todas las faenas de limpieza, de mantenimiento, de inyección de químicos y cloro. Una vez que todas se realizan procedemos a realizar un nuevo muestreo, el cual si ya resulta negativo se procede a la reapertura del establecimiento”, explicó.