Se fue el mes de los muertos, aunque en Tijuana la huesuda siempre tiene mucho trabajo.
Fueron días de altares para recordar a los fieles difuntos y también a los periodistas asesinados.
Por cierto, en enero del próximo año Lourdes Maldonado y Margarito Martínez cumplirán su segundo aniversario luctuoso; la autoría intelectual de esos crímenes sigue en la impunidad.
Y si hubo una muerte que sacudió al país en el onceavo mes del año, fue la de Ociel Baena, la primera persona abiertamente identificada y reconocida como no binaria, en ocupar una magistratura.
A la luz de las velas, la comunidad LGBTQ+ reunida en “Las Tijeras” recordó que, desgraciadamente, la violencia y la impunidad por los crímenes en su contra son algo habitual.
Otra tragedia fue el incendio de 11 viviendas en la colonia Sánchez Taboada, donde años de trabajo terminaron en cenizas.
Noviembre también fue el mes de la visita presidencial, una más en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, a quien mucha gente todavía idolatra, aunque la reunión de seguridad no haya cambiado en nada la sangrienta realidad de esta frontera.
Es más, una semana después fueron baleadas las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), al parecer por un robo de droga en el que participaron autoridades de los tres órdenes de gobierno, incluyendo a su creación, la Guardia Nacional.
Otra vez el narco, ese al que el gobierno de Montserrat Caballero pretende combatir prohibiendo las expresiones que exaltan a los criminales y sus actividades. ¿Algunas vez prohibir ha resuelto un problema alimentado por la pobreza y el abandono gubernamental?
ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
Quién sabe si por esa prohibición habrá músicos rezándole a la patrona Santa Cecilia, como en noviembre algunos le cantaron Las Mañanitas, aunque seguramente aquellos preferirán ir con Malverde.
Pero siendo la muerte la dualidad de la vida, la esperanza en noviembre fue Amal, la marioneta símbolo de la niñez migrante que busca refugio en el mundo y visitó Tijuana para alegrar, aunque sea un momento, a las familias en tránsito.
