Tijuana.- El sueño, como periodo de descanso, es la parte más importante para recuperarnos física y mentalmente. Es el lapso de tiempo en el que recuperamos sustancias químicas que necesita el cuerpo, el corazón descansa porque late más despacio y la respiración es más lenta, entre otras cosas.
“Dormir es tan importante como hacer ejercicio o una buena dieta, pero es más fácil, y tiene el mismo impacto en la salud”, señaló Alberto Servín Díaz, especialista en trastornos del dormir. Añadió que desafortunadamente no le damos esa importancia y esto es un problema que viene desde la infancia.
Servín Díaz mencionó que las personas adultas deben dormir siete horas y media diarias, ni más ni menos.
Dormir menos de seis horas al día puede ocasionar problemas serios como que no se regulen adecuadamente los niveles de azúcar, presión arterial, dificultad de concentración o de memoria.
“Aunque parezca un poquito exagerado, a largo plazo puede aumentar el riesgo de un cáncer”, agregó el especialista.
Por el contrario, dormir mucho puede ser reflejo de problemas de depresión, ansiedad o un problema psiquiátrico, y roncar provoca mala calidad del sueño, por lo que se hacen necesarias más horas para la recuperación.
“A veces tenemos la idea equivocada de que una persona que duerme mucho es porque está descansando, pero desafortunadamente es alguien que está durmiendo mal”, señaló Alberto Servín Díaz.
¿Qué se necesita para dormir el tiempo necesario?
Tener esa educación desde temprana edad. Los adultos que hoy presentan problemas para dormir lo traen arrastrando desde niños.
También se conoce como medidas de higiene del sueño y son muy sencillas. Uno debe acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, esa sería una medida muy importante de higiene de sueño, otra es solamente tener una alarma dentro del cuarto y no estar viendo de esa forma exagerada el reloj, mientras no suene uno debe intentar volver a dormir.
En la habitación no debe haber televisión, aparatos electrónicos, teléfonos y todo aquello que nos distraiga, solo una cama cómoda.
Lo ideal sería acostarnos cuando se meta el sol y despertarnos cuando amanece, es como estamos diseñadas las personas.
Por ejemplo, a los bebés les cambiamos de pañal y le ponen su pijama. Le dan su último biberón, lo carga la mamá y se duerme. Y luego se vuelve a repetir, a lo mejor va y lo carga el papá pero finalmente es una rutina y nosotros no, a veces un día vemos la televisión, otro ya nos vamos con los amigos.
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¿Tiene algún significado lo que soñamos?
Nuestros sueños están basados en lo que ya vivimos, en nuestra experiencia. Por ejemplo, si alguien tuvo un accidente o una buena experiencia con un carro azul, va a soñar ese carro. Los sueños reflejan mucho de lo que está pasando en el día de nuestras vidas.
Pero estos recuerdos en los sueños no tiene orden, puedes soñar con el abuelo que falleció hace 20 años como si estuviera vivo y podemos soñar en la plaza o el cine en la actualidad. Es más la interpretación de lo que está pasando: cosas amorosas, exámenes de la escuela, problemas económicos, etc.
¿Por qué a veces no recordamos lo que soñamos?
El sueño es como una ruleta que va dando vueltas en las diferentes etapas del sueño, el sueño profundo, el sueño ligero, la etapa REM, no sabemos en qué etapa nos vamos a despertar y eso va a depender si recordamos o no lo que soñamos.
Lo malo es cuando pasan muchos días y no nos acordamos. Puede ser un signo de que a lo mejor no estamos pasando todas las etapas del sueño, sobre todo la etapa profunda.
En teoría, debemos estar recordando al menos un par de veces a la semana lo que soñamos.
¿Qué recomienda antes de ir a la cama?
La cama es para dos cosas, dormir y tener sexo. Entonces tratar de ir a la habitación dejando atrás los problemas y no querer resolverlos estando acostados y comer dos horas antes de dormir.
No ingerir bebidas alcohólicas seis horas antes, no comer media hora antes, no fumar cuatro antes de ingresar a la cama.
Alberto Servín Díaz señaló que desafortunadamente en las ciudades es cada vez más frecuente no dormir bien a causa de la iluminación en las calles y hasta de los ruidos nocturnos como aviones y automóviles.
En una ciudad las actividades son las 24 horas del día, algo que puede interrumpir y perjudicar la calidad de sueño, y trayendo como consecuencia el que las personas no puedan recuperarse.