Tijuana.- Terminó marzo, el mes en que arrancaron las campañas electorales, volvieron las mujeres a protestar en las calles y en teoría, llegó la primavera.
En teoría porque las bajas temperaturas no abandonan la ciudad y la prueba está en que este fin de semana Protección Civil Municipal espera una nueva tormenta invernal.
Y si vamos a hablar de mal clima, tenemos los nubarrones en Morena con la tómbola que fue la repartición de candidaturas.
Principalmente quedó claro que, por ningún motivo, la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda dejaría a Montserrat Caballero buscar la reelección en la alcaldía, sin importar que “El Terrible” proyecto impulsado desde el estado para sustituirla, fracasara estrepitosamente.
Pero el berrinche se le acabó pronto a la presidenta municipal, que un día estaba en redes sociales mandando filosas indirectas a su amiga Ávila Olmeda y al otro estaba buscando los brazos del exgobernador Jaime Bonilla, quien terminó por rechazarla.
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Y eso que todavía no comienza la campaña, como ya ocurre para la Presidencia de México.
Por eso es que anduvo por acá Xóchitl Gálvez, la candidata de la oposición al régimen morenista, que abrió una vieja herida: Tijuana es fea.
Otra vez la mala imagen, esa que igual nos achacaron hace 30 años cuando el candidato presidencial Luis Donaldo Colosio fue asesinado en la colonia Lomas Taurinas.
Por cierto, como es año de elecciones, esta vez hubo hasta panistas para conmemorar el aniversario luctuoso del sonorense.
Pero feo, de verdad feo, el caso de la derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que murió consecuencia de una infección intrahospitalaria por una gasa olvidada en su interior después de una cirugía.
Los despidos que trajeron la investigación interna fueron cuestionados por el personal de enfermería.
Y en su gustada selección de protestas, esta vez quienes salieron a las calles fueron animalistas, simpatizantes de Morena y feministas, algunas agrediendo a hombres que sencillamente pasaban por el lugar, sin deberla ni temerla.
En fin, ya viene abril y con ello las campañas por las alcaldías y el Congreso local, así que los gritos y sombrerazos seguramente van a ser más habituales, incluidos los golpes bajos dentro del partido en el poder.