Tijuana.-Poco más de 600 restaurantes en Tijuana podrían adherirse a la suspensión definitiva contra la ley antitabaco conseguida por la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
La nueva ley antitabaco prohibía las áreas exclusivas para fumar dentro de los establecimientos, por lo que los fumadores deben estar a una distancia de por lo menos 10 metros de las áreas donde se consumen bebidas y alimentos.
Juan José Plascencia Huerta, presidente de Canirac Tijuana, dijo que en el gremio se encuentran “contentos y agradecidos” por la victoria en tribunales contra el decreto.
Mencionó que sólo los negocios afiliados a la Canirac podrán gozar de la suspensión definitiva otorgada a nivel nacional, y deberán acatar las disposiciones del reglamento anterior que exige contar con áreas definidas de fumadores y libres de humo.
Plascencia Huerta comentó que desde la entrada en vigor de la ley antitabaco, el pasado 15 de enero, no tuvieron conocimiento de que algún establecimiento fuera sancionado por no acatar las nuevas medidas.
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“Muy al principio hubo un acercamiento de reglamentos municipal (Dirección de Inspección y Verificación) y de Coepris (Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), nada más para inspeccionar, y hubo una llamada de atención”, especificó.
El presidente de la Canirac pidió a los no fumadores respetar las áreas de quienes fuman y no exponerse al humo del tabaco en ellas.
En cuanto a la reducción de comensales durante la vigencia del decreto, el presidente de Canirac Tijuana calculó una pérdida del 5% durante los primeros días de la ley, aunque asegura que la afluencia se regularizó con el paso del tiempo.
El presidente del Comité de Turismo y Convenciones (Cotuco) de Tijuana, Arturo Gutiérrez Sánchez, consideró que desde su origen las nuevas disposiciones no estaban justificadas.
“Venía mal fundamentada porque no hablaba de una protección para quienes no fuman”, apuntó.
Gutiérrez Sánchez consideró que la suspensión beneficiará a los restauranteros al incentivar la “sobremesa”.