Alejandra García
Tijuana.- El reemplazo de la malla primaria que divide a México de Estados Unidos ocasionará el desplazamiento de migrantes que intenten llegar a suelo norteamericano, hacia zonas remotas, de difícil acceso y hasta peligrosas, lo que estiman incrementará el número de viajeros que pierdan la vida al querer cruzar a la Unión Americana, así como el número de migrantes víctimas de delitos, como robo y secuestro.
El pasado 1 de junio, autoridades de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) anunciaron el inicio de los trabajos de reemplazo del cerco primario que divide a ambos países en la ciudad de Tijuana. Estos trabajos son una extensión de los que se realizan en el muro divisorio entre Mexicali y Calexico.
Hugo Castro, director de la asociación Ángeles de la Frontera en Tijuana, aseguró que la intención de reforzar la malla divisoria y ahora el reemplazar el cerco primario de lámina sólo se traducirá en más muertes de migrantes y personas víctimas de delitos, no a la inhibición de su intento de cruce.
“Es algo que va a dificultar más el cruce fronterizo; significa un desplazamiento a zonas de más difíciles de tránsito, donde tal vez no haya muro pero que son más difíciles para caminar, porque estamos hablando de zonas en donde deben caminar dos a tres días, más las condiciones del clima, esto hace que expongan más su salud y su vida”, afirmó.
Indicó que, en las zonas donde se realizan los trabajos de reemplazo del cerco, sí han detectado un flujo de migrantes que cruzan de forma ilegal hacia el vecino país, sin embargo, el número de casos es mínimo. Los patrullajes continuos y el número de agentes en la zona solo garantizan que quienes crucen por esa área sean detenidos por los agentes de inmigración.
Afirmó que, de lado mexicano, las autoridades locales deben reforzar las leyes que protejan a este sector. Zonas como Calexico, el Centinela y La Rumorosa son de alto riesgo por las condiciones extremas que los migrantes deciden cruzar para alcanzar el sueño americano. Pero también son áreas en las que operan células dedicadas al secuestro de migrantes.
“Algo de lo que muy poca gente habla también es el incremento en el riesgo de ser secuestrados en estas áreas, donde operan delincuentes, como La Rumorosa, donde hay un cártel de secuestradores de migrantes. Se han denunciado muchos casos de secuestro, pero no se hace nada para garantizar que (los migrantes) no sean víctimas de este delito”, apuntó Castro.
Afirmó que los migrantes que logran librarse de este delito no lo denuncian porque no confían en las autoridades y el sistema que debería proteger sus derechos. Aseguró que los trámites engorrosos dificultan el seguimiento a las pocas denuncias que se atreven a presentar.
“Deberían de ajustar las leyes para proteger a los migrantes, porque, por ejemplo, si el delito sucede en Tijuana y van a parar en Mexicali, les dicen que no procede la denuncia”.
Los trabajos, informaron autoridades de Aduanas y Protección Fronteriza, forman parte del tercer proyecto de construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos. Los trabajos se realizarán al este del Parque Estatal Border Field en el que serán reemplazados 22.53 kilómetros de cerco primario. La malla, de actualmente tres metros de altura será reemplazada por una placa antiescalado de entre cinco a nueve metros de alto. En total, se destinaron 147 millones de dólares, presupuesto otorgado a la empresa constructora SLSCO, con sede en Texas.