Tijuana.- El Museo de Lucha Libre Mexicana (Mullme), y el Museo del coleccionista en Tijuana, comparten desde hace seis años un mismo espacio en la calle Séptima de Zona Centro y hoy cuentan con casi 20 mil piezas en exhibición.
El edificio de tres niveles recibe a los visitantes con una maqueta del hipódromo de Tijuana debajo de un piso de cristal: es apenas la bienvenida a un recorrido lleno de recuerdos.
En la parte baja se encuentra el Museo del Coleccionista con 12 mil 900 piezas entre “tazos”, cajetillas de cerillos que reflejan las técnicas de publicidad de esos tiempos, trenes, figuras de superhéroes, muñecas, videojuegos, cámaras fotográficas y vídeo, botellas, máquinas de escribir y un sinnúmero de juguetes, antiguos y de la actualidad.
En el segundo nivel el viaje sigue con una gran exhibición de objetos relacionados con la lucha libre: máscaras, cabelleras de luchadores que la perdieron en batalla, medias, capas y zapatillas, muchos de estos artículos donados por los mismos luchadores.
Este espacio se ha convertido en una atracción turística de la ciudad, recibiendo a más de 32 mil visitantes con boleto pagado, además de múltiples cortesías, el 70% de esas visitas fueron de personas provenientes de Australia, Europa, Sudamérica, Estados Unidos y otros estados del país.
Zaurel León, encargado del espacio, dice que más allá de una exhibición de objetos, el museo tiene la finalidad de llevar a sus visitantes a un viaje por la historia y recordar momentos vividos.
“La gente viene y ve su infancia o parte de su juventud en ellos (los objetos), y se van muy contentos. Me ha sorprendido la gente cuando les pega la melancolía, fuerte, y empiezan a llorar porque se acuerdan de algo”, mencionó.
Añadió que los visitantes por lo regular contactan a un familiar, un amigo o vecino, para preguntarles si recuerdan alguna pieza que encuentran en el museo y en su pasado tuvo una relación con ellos.
“Me atrevo a decir que tres de cada 10 visitantes le hablan a un familiar para preguntarles: ¿Te acuerdas de esta pieza?”. A la cual le toman fotos con su teléfono móvil y se las mandan”, contó Zaurel León.
Mencionó que el museo está en constante movimiento, porque además de colecciones fijas, constantemente tienen invitados, como actualmente sucede con una colección de la saga Star Wars (Guerra de las Galaxias), y por lo regular duran entre seis a ocho meses.
Dijo que entre las colecciones invitadas han tenido una de superhéroes, otra del equipo de béisbol de grandes ligas Padres de San Diego, otra del popular refresco Coca-Cola, una más de vasos de hipódromos de todo el mundo, y otras.
“Los coleccionistas de Tijuana han apoyado, pero estamos esperando a ver quién dice: Yo quiero exhibir lo mío”, subrayó.
EL ORIGEN
En 2007 Miguel Ángel Pérez tenía una colección relacionada con la lucha libre y reunió a coleccionistas de Tijuana para proponerles la creación de un museo donde pudieran exhibir sus piezas, contó Zaurel.
Ese año realizaron una exhibición en palacio municipal que marcó el inicio de una travesía de 10 años hasta que en abril de 2017 inauguraron el Museo de Lucha Libre Mexicana (Mullme) y el Museo del coleccionista de Tijuana.
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A todos los participantes los unía un gusto y afición: la lucha libre.
“Creo que de cada 10 mexicanos, nueve ven el fútbol, pero 10 de 10 vivieron algo de la lucha libre en su infancia, ya sea verla con el abuelito, una película, una lucha, jugar con máscaras, jugar con los monitos”, mencionó.
La sección de lucha libre mexicana en el segundo piso del edificio cuenta con más de seis mil 900 piezas entre máscaras, 680 figuras que representan al mismo número de luchadores; cabelleras perdidas por gladiadores profesionales en las funciones del auditorio de Tijuana y un proyector de películas relacionadas con el tema.
Como atractivo adicional, hay un ring al que los visitantes pueden subir para tomarse la foto del recuerdo.
Al menos 480 luchadores han visitado el espacio y la mayoría de ellos han colaborado entregando una prenda, como sucedió con “Súper Muñeco”, “El Matemático” y el “Negro Casas”, quien dejó una zapatillas y unas medias, relató Zaurel León.
También los han visitado personalidades del ambiente artístico aficionados a la lucha libre como Julión Alvarez, que incluso ha regresado en varias ocasiones.
Actualmente sus impulsores están acondicionando un tercer piso para expandir el Museo de La Lucha Libre que ya no cuenta con espacio suficiente para recibir más objetos y exhibirlos.
El museo también ofrece recorridos exclusivos para grupos mayores de 19 personas, para lo que abren las puertas exclusivamente uno de los días de la semana que está cerrado al público en general, con un acuerdo previo.
Zaurel León lamentó que solo el 30% de los visitantes sean tijuanenses, por lo que invitó a la población local a conocer el museo y vivir una experiencia que los llevará a recordar emotivos momentos de sus vidas.
