Tijuana.- Tras la reapertura del cruce fronterizo El Chaparral-Ped West para solicitantes de asilo humanitario en Estados Unidos, migrantes de nacionalidad mexicana encabezan la lista de recepciones con más de un tercera parte de familias desplazados que huyen de la violencia en sus lugares de origen.
De las mil 24 peticiones de asilo humanitario que autoridades migratorias han atendido entre el 8 de abril y el 9 de mayo, 393 fueron mexicanos, seguidos de 241 hondureños, 197 haitianos, 78 guatemaltecos y 73 salvadoreños, informó Alejandro Ruiz Uribe, delegado único federal en Baja California, durante una conferencia de prensa.
“Están pidiendo asilo político por cuestiones de violencia en sus lugares de origen”, reafirmó Ruiz Uribe.
De otras nacionalidades hay 18 chilenos, seguidos de 14 brasileños e igual número de rusos, seis ucranianos y cinco beliceños.
Estos casos son de personas que avanzaron con sus citas previas y seguían esperando hasta que fueron admitidos, por lo que con el paso de los días seguirá aumentando el número de recepciones, apuntó Ruíz Uribe.
Sobre la posibilidad de que el gobierno norteamericano termine con el Título 42 y esto aglomere a migrantes en El Chaparral con la esperanza de pedir asilo, como pasó durante la pandemia cuando se conformó el campamento con hasta mil 500 personas, el delegado federal mencionó que vigilará para que no repita un problema de este tipo.
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El cruce El Chaparral-Ped West, que permanecía cerrado desde abril del 2020, fue reabierto el pasado 6 de abril para que miles de ucranianos que huían de la guerra en su país pudieran ingresar de manera ágil.
Previamente se concentraron primero en una estación del transporte público cerca del cruce internacional de San Ysidro, y luego fueron reubicados en un albergue temporal habilitado en la Unidad Deportiva Benito Juárez, de la colonia Zona Norte.
El cruce peatonal oeste está abierto exclusivamente para tramitar las peticiones de asilo humanitario en curso y sigue cerrado para los viajeros regulares.
Sobre esto, el delegado Ruíz Uribe opinó que El Chaparral debería funcionar de manera normal al resto de las garitas porque es necesario.
“Es un desperdicio porque el cruce de flujo de personas es muy grande. Sí se necesita abrir para el ciudadano común y corriente”, dijo.