Migrantes refugiados en el albergue Ágape, presentaron una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), con sede en Tijuana, luego de que un grupo armado ingresara en el lugar en el que se resguardan, sin que la Guardia Nacional ni la Secretaría de Gobernación atendieran el llamado de auxilio que se les hizo a través del botón de pánico.
Encabezados por el pastor Alberto Rivera Colón, el grupo de migrantes presentaron la queja, al tiempo que ratificaron otras quejas presentadas por la inacción de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California de denuncias interpuestas por maltrato y violencia de familiares.
Rivera Colón, narró que el pasado miércoles un grupo de cuatro personas ingresaron al vestíbulo del albergue, en busca de dos personas, de las cuales se refirieron por apodos.
Fueron atendidos por uno de los encargados del lugar, quien se percató que iban armados, entonces los cuatro hombres se retiraron del lugar sin amenazar ni agredir a nadie.
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No obstante, el hecho atemorizó a los migrantes, por lo que Rivera Colón accionó el botón de pánico que le fue provisto por la Segob para casos de emergencia, pero las autoridades encargadas de atender la llamada de auxilio no respondieron hasta tres días después, por lo que incumplieron con el seguimiento del protocolo.
Automáticamente, al accionarse el botón de pánico, Segob debe dar parte a la Guardia Nacional y coordinarse con las autoridades estatales y municipales para atender la emergencia.
“Pero no lo hicieron, les faltó comunicación para investigar lo que pasaba, no siguieron el protocolo normal, las autoridades locales no tenían conocimiento de lo que pasaba en el albergue”.
Días después de ese incidente, dos jóvenes resguardados en ese mismo albergue se dirigían a comprar víveres cuando fueron abordados por dos hombres armados que iban a bordo de una camioneta con vidrio polarizado y portaban armas largas.
Buscaban a dos sujetos que los jóvenes dijeron desconocer, por lo que, tras revisarlos y corroborar su identidad, los hombres armados se retiraron.
Ante ello, Rivera Colón hizo un llamado a las autoridades para que provean la vigilancia que se comprometieron a proporcionar tanto al albergue que dirige como al resto de los refugios de migrantes.
“Tenemos muy mala experiencia por parte de México, falta de reacción cuando se les llama a las autoridades, por eso se han levantado las autodefensas -en estados como Michoacán- y queremos evitar que algo así vaya a pasar en Baja California”, advirtió.
El albergue Ágape resguarda a alrededor de 700 migrantes, 80% de ellos provenientes de estados del sur del país como Michoacán, Chiapas, Guerrero y Oaxaca, entre otros estados del sur del país; el 20% restantes son personas desplazadas de Guatemala y El Salvador.
De los 700 albergados en ese lugar, 175 son menores de edad.