Crisstian Villicaña
Tijuana.- Grupos de personas provenientes de diversos estados de la república, como Michoacán y Guerrero, así como centroamericanos de El Salvador, Honduras y Guatemala, llegan a la ciudad con el propósito de solicitar asilo en los Estados Unidos esperanzados en encontrar cabida en el país vecino luego de tener que salir de sus lugares de origen por la violencia ocasionada por los cárteles de droga y las pandillas.
El profesor de la Universidad Estatal de San Diego (SDSU por sus siglas en inglés), y experto en migración, Víctor Clark Alfaro, habló sobre este fenómeno que se vive día a día con miles de migrantes.
"Estamos observando cambios en los patrones de migración. En los últimos tres años ha aumentado el número de extranjeros y mexicanos que ya no prefieren cruzar por montaña o desierto, sino van directamente a los puertos de entrada para solicitar el asilo, no solo de centroamericanos, también de otros países. El año pasado arrestaron a lo largo de la frontera a 300 mil migrantes. Es la cifra más baja desde 1972, y, de esos 300 mil aprehendidos el año pasado, hubo aumento en 39% de niños y familias de Centroamérica desplazados fundamentalmente por la violencia de las pandillas, de las ‘maras’. Estos son datos oficiales de Estados Unidos. Un dato que da el alto comisionado de refugiados de la Naciones Unidas es que el año pasado aumentó 20% la petición de asilo a lo largo de la frontera de México con Estados Unidos para centroamericanos.
Estamos viendo una llegada constante, no es masiva pero es constante, de extranjeros y mexicanos que han optado por ir al puerto de entrada para solicitar asilo", subrayó.
Entre estas personas se encuentran Mario, su esposa Selene y Manuel, su primo; ellos salieron del municipio de Aguililla, Michoacán, huyendo de las amenazas del crimen organizado. Les dieron 24 horas para unirse a ellos o abandonar la ciudad si no querían ser asesinados. Esa fue la advertencia que los trajo a Tijuana a la garita “El Chaparral”.
“Llegaron a nuestros trabajos a amenazarnos; nosotros estábamos a gusto allá, no teníamos intenciones de venir, pero, como le digo, llegan a tu trabajo y te advierten, y tienes que salir en ese momento de la ciudad. Ellos no te quieren ver ahí si no estás con ellos. Quedarse significa arriesgarse a perder la vida; te pueden matar. Hay muchas cosas que nos pueden pasar allá; tuvimos que salir en 24 horas. Si no te metes al grupo (en) que están ellos, no te quieren ahí. Quieren que los apoyes; estás o no estás", platicó Mario.
"No te ofrecen ni siquiera dinero, nomás te ofrecen armas y a ponerse a trabajar para seguir vivo. Tenemos que dejar todo lo que uno tiene. Yo era encargado de una jitomatera, imagínese; me iba súper bien ahí, a gusto la verdad, y sí me gustaba mi trabajo. La semana pasada mataron al que iba ser presidente municipal, Omar Gómez. Como nadie más iba a participar, el iba a ganar, y lo mataron. Una noche lo amenazaron y, al día siguiente, lo mataron. Así está la violencia allá. Tampoco puedes poner una denuncia con el gobierno, porque están con los cárteles de droga; no se tienen opciones", afirmó Manuel.
La probabilidad de que estás historias sean aceptadas por los jueces encargados de llevar los casos de asilo es mínima y se da por factores como la falta de credibilidad, información, apunta, el profesor Víctor Clark.
"Ellos solo traen la historia que pueden contar. ¿Qué documento puedes traer si la pandilla te amenazó? A lo mejor si mataron a un pariente, a lo mejor traes una denuncia, pero si lo que traes es tu historia, la que traes en la cabeza, y los oficiales de asilo, que tienen mucha experiencia, se dan cuenta cuando alguien está exagerando o mintiendo. A los mexicanos que salen por violencia no les dan asilo, porque esa no es una razón para el asilo. Todos los mexicanos que están llegando, que viene(n) de Michoacán y Guerrero, que argumentan la violencia del narcotráfico, no le dan asilo. No tiene(n) ni el 1% de probabilidades (de) que les den asilo. No tienen suficiente información sobre los mecanismos y los resultados de una petición de asilo. Varios de ellos han escuchado en México o Centroamérica que un amigo o familiar del amigo le dieron asilo en Estados Unidos o que otro está en proceso de asilo y en realidad los asilos otorgados son mínimos y las posibilidades de obtenerlos son muy reducidas. En los últimos años, sobre todo con este presidente, se ha vuelto más complejo el otorgamiento de asilos; por ejemplo, hace un par de semanas, Trump dijo que ya no se iban a dar asilos por violencia doméstica, y también dijo que ya no van a dar asilo por pandillas y todos los centroamericanos vienen por las pandillas", concluyó.
