Crisstian Villicaña
Tijuana.- El monumento Kumiai ubicado sobre el boulevard Cuauhtémoc Norte, muy cerca de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se ha convertido en un refugio para personas en situación de calle, algunos de ellos malabaristas y tragafuegos que ofrecen su espectáculo en los semáforos de los alrededores; muchos de ellos adictos a alguna droga o alcohol.
Desde el año 2013 que fue robada una de las figuras de bronce del monumento la ausencia de cuidado ha sido notoria, no sólo por la falta de reposición de la mujer kumiai, también, porque el espacio si bien recibe mantenimiento en las áreas verdes, no corre con la misma suerte en lo que respecta a la seguridad.
Se ha vuelto común observar como los mencionados malabaristas y tragafuegos usan el espacio para dormir de día o noche, alimentarse e incluso hasta lavar y colgar ropa en el monumento; un hogar en medio de la vía pública.
Ángel Meza, vecino del área, comentó. "No he visto que los saquen o que haga algo la policía, no creo que no los vean. Si está mal porque es la imagen de la ciudad, hay gente que por menos se la llevan y ellos aquí ya tienen acomodado a su gusto, drogándose y no pasa nada".
La facilidad de entrar y salir del monumento ha permitido que sean hasta cuatro o cinco personas las que se encuentren en el mismo espacio utilizándolo para consumir drogas; hecho que agrava la situación al ya no sólo tratarse de personas sin hogar.
"Si creo que deberían venir a echarse una vuelta la policía, el gobierno, para que vean lo que están haciendo ahí, que no es nada bueno, por el boulevard pasa mucha gente, niños", subrayó.
Por lo pronto el monumento continúa en el olvido por la falta de reemplazo de la mujer kumiai y a su vez, con un problema de personas adictas a las drogas que lo han hecho su casa.