Crisstian Villicaña
Cada región del país cuenta con características particulares que las definen. Gracias a la gastronomía, el clima, la forma de hablar, entre otras, se suelen distinguir entre sí; cada una mostrando su rostro.
Las artes no quedan fuera de esto y la forma en que cada lugar las produce y aprecia suelen ser también diferentes. Bajo éste último sentido nació el documental "Imaginando la música de la frontera"; una producción de una hora con veinte seis minutos que busca mostrar a través de entrevistas, experiencias, formas de vida, cómo es que se percibe la música en Tijuana, una de las fronteras más reconocidas del mundo.
Los encargados de producir y dirigir este trabajo fueron los integrantes del grupo musical "Sonidero Travesura", conformado por Omar Lizárraga (batería) y Dardin Coria (teclados). Ambos, luego de poco más de diez años de trayectoria, muestran su primer trabajo audiovisual de larga duración que viene a enriquecer la escena artística local abordando no sólo el tema del imaginario de la música en la frontera, sino de aspectos importantes como la portada y arte de los discos, EP y sencillos que se han producido, así como de la posibilidad de tocar en ambos lados de la frontera (México y Estados Unidos).
Y es que vivir acá, en Tijuana, implica un acercamiento a la música muy distinto al del interior del país. En el día a día, debido al alcance de las señales de radio, se puede escuchar radiofusoras de Estados Unidos, lo que permite tener una más amplia baraja de posibilidades. Al mismo tiempo, y como se menciona en el documental, ser vecino de la ciudad de San Diego ha permitido a muchos que se inician o ya tienen tiempo haciendo música, conseguir instrumentos musicales de segunda mano a menor costo; una dinámica muy común de la ciudad, traer cosas usadas del vecino país, en especial de California.
LA ENTREVISTA
Ambos músicos nos brindaron unos minutos de conversación luego de que hicieran la presentación del documental "Imaginando la música de la frontera"; acá los que platicamos.
¿Cómo surge la idea de llevar la música a un plano documental?
OL: Básicamente ha sido por una cuestión que hemos estado compilando material visual. Durante nuestra carrera en algún momento hemos tenido que hacer registro desde una cámara y ya habíamos tenido la espinita de armar un documental relacionado con música, se estuvo juntando y llegó el punto donde dijimos ya tenemos un buen de material; revisamos, vimos lo que sirve y qué no.
Elegimos artistas plásticos para no necesariamente generar un documento desde el punto de vista de los músicos, por eso invitamos a Fritz, a Glaubitz y Otis a que participaran, entonces le dan otra perspectiva a la cuestión de la música y la cuestión del lado de la frontera.
Sobre la estructura del documental, comentaron.
DC: Podría decir que esta pieza es un collage, la narrativa no tiene una estructura tradicional, pero si damos un significado muy claro y muy objetivo que es de aquí se vive bien, aquí se escucha buena música, aquí se la pasa uno bien y aquí hay un flujo creativo impresionante, entonces ahora sí que el orden de los factores no altera el producto, esencialmente esa es la idea que siento yo que comunicamos con esta pieza y nosotros trabajos de una manera no tan tradicional, pero hacemos que las cosas sucedan.
A lo mejor si nos ponemos en protocolo y que revísalo y que la redacción y que el audio y el arte y todo, nunca presentamos nada, en cambio, hicimos un poquito más ligero respecto a protocolo, respecto a solemnidades, pero ya tuvimos el gusto de hacer una presentación pública, de sacar a la luz la obra, la pieza, y yo siento que tiene una narrativa inusual, pero afortunadamente contamos con la participación de unos grandes ponentes de las artes plásticas, que como dice Omar, no quisimos dejarlo en el rubro de la música, sino que artistas plásticos opinaran sobre la música, que es otra visión y que ojalá deje muchos significados a quien lo vea.
¿Qué hay del mensaje, qué significa la frontera?
DC: Queríamos comunicar como interlocutores una visión de una vida rara, una visión de una vida extraordinaria donde estás en dos países, que la geografía está ahí pegadita, pero las diferencias son demasiadas, son substanciales y creo que estamos bajo la figura en la que si tenemos la oportunidad de poder tocar en Estados Unidos y poder tocar en México y desarrollar un trabajo y un estilo aquí en la región, no tanto en la geografía delimitada por el muro, no, estamos en una 'pinchi' región abierta políticamente, pero artísticamente enriquecida por la diversidad, por las aportaciones culturales.
Creo que con muy pocos recursos logramos compartir significados profundos y sobre todo por haber convocado artistas verdaderamente serios y verdaderamente de una calidad de primer nivel y que pudieran dar sus apreciaciones sobre la música que sucede aquí, que desde mi punto de vista es única y es muy especial.
La escena local musical ¿cómo la ven?
OL: Ahora sí que es una dinámica de altibajos, todo el tiempo surgen con mucha iniciativa un chingo de bandas, con todas las ganas, el entusiasmo y todo, pero realmente es una carrera muy difícil y si no tienes un objetivo muy claro, lo digo como una opinión, pues es muy fácil perderte y perder el objetivo del vector que es generar música o componer. Es muy fácil irte por otros caminos de lo que es ser artista y se pierde el hilo porque muchos confunden la música con ser rockstar y cuando empiezas a saltar a ese punto perdiste la batalla, porque realmente te estás yendo por otro lado que no tiene nada que ver con generar contenidos, entonces es una carrera para personas que no son ansiosas, porque es una trayectoria, es tener paciencia, perseverancia y simplemente hacer lo tuyo; si hay mucha escena y salen un millón de bandas, pero al final de cuentas permanecen pocos.
DC: Es una carrera difícil, pero creo que siempre lo ha sido, el punto importante es cuando un artista determina de que su carrera es de largo plazo, de que la carrera de las artes no termina. Cuando uno tiene el ánimo de llamar la atención seis meses, lo haces, pero cuando uno tiene la certeza de que es su naturaleza ser creador entonces ya nunca vas a terminar y empiezas hacer un planteamiento de una carrera de largo plazo.
FRITZ TORRES CARRILLO
Uno de los aciertos del documental es la entrevista al diseñador e ilustrador Fritz Torres Carrillo, responsable de la portada de la primera autoproducción del Colectivo Nortec titulada: "Tijuana Sound Machine"; entre otras bandas.
A lo largo de los casi noventa minutos de documental, los testimonios y puntos de vista de Fritz enriquecen la visión de lo que quisieron mostrar Omar y Dardin, quienes tenían especial interés en mostrar el lado artístico de las producciones musicales de la ciudad.
El ilustrador narra en el material audiovisual cómo fue que encontró el auto que aparece en la portada del disco Nortec, el cual vio afuera de las instalaciones del PRI en la zona centro, en donde aprovechó para tomarle fotografías; posteriormente, agrega que salió el dueño del automóvil intrigado por las fotografías, quien luego de la explicación de Fritz, permitió a éste último tomar imágenes del interior e incluso, le platicó que es el único automóvil de ese modelo en la ciudad.
En otra de las anécdotas surge el nombre del escritor Rafa Saavedra, lo que conduce a un trabajo que realizaban éste último y Fritz Carrillo, la compilación de un libro donde se registran las distintas portadas de bandas de Tijuana; un proyecto que el ilustrador luego de la muerte del escritor abandonó y que tras unos años decidió retomar.
Sobre este punto, antes de finalizar, es importante señalar que Carrillo narra en el documental cómo ha conseguido reunir portadas de discos, EP´s y sencillos de grupos de la ciudad formados a partir de 1958 a 2018, es decir, una compilación de 60 años de arte musical que viene a complementar de manera muy agradable la producción realizada por "Sonidero Travesura", quien con este trabajo viene aportar su granito de arena a una escena muy particular, la escena musical de Tijuana, de la frontera.
“Podría decir que esta pieza es un collage, la narrativa no tiene una estructura tradicional, pero si damos un significado muy claro y muy objetivo que es de aquí se vive bien, aquí se escucha buena música, aquí se la pasa uno bien y aquí hay un flujo creativo impresionante" Dardin Coria Sonidero Travesura