Crisstian Villicaña
Tijuana.- Dos hermanas, junto con hijos, tuvieron que salir de Ciudad Hidalgo, Michoacán, para salvaguardar sus vidas. A una de ellas le mataron a su esposo y le exigían pago de piso por una carnicería que manejaba; a la otra, un caso similar, tuvo que cerrar su negocio, porque le exigían cada vez más dinero hasta que decidieron huir llegando a Tijuana hace un par de días con miras a cruzar la frontera en busca de asilo en los Estados Unidos.
"El que no quiera cooperar o trabajar con ellos lo matan, pues no les importa. Son varios municipios que están así: Ciudad Hidalgo, Zamora, Apatzingán, Nueva Italia, La Huacana. En unos lugares no puedes entrar, porque hay pura gente armada. Y así es en la ciudad también; por ejemplo, en Morelia, que es la capital, que es como decimos nosotros 'está la mata grande,' de ahí se distribuyen todo, y todos quieren plaza, y las plazas grandes son junto con el gobierno. Uno ya no puede confiar en el gobierno, porque tienen gente ahí, policías. A un vecino, llegó la policía por él y ya no se supo de él; de que lo mataron obviamente lo mataron, pero no apareció", narró Raquel Munguía, una de las hermanas.
Indican que “La familia michoacana” ya no es la que controla el estado. "Ahorita entraron Jalisco Nueva Generación, y ahorita vas y todos están cambiados. Las personas, por ejemplo, de nuestro municipio, Ciudad Hidalgo, los que trabajan ahí los obligan a trabajar para ellos, porque están trabajando dentro del gobierno, policías".
Las hermanas narran que llegó un momento en el que la situación era insostenible; las cuotas de cobro de piso aumentaron de mil a dos mil pesos, cantidad que significaba la única ganancia familiar, por lo cual huyeron de la ciudad con miras a reunirse con su hermana que lleva dos años en Estados Unidos, quien logró entrar a través del asilo político debido que también fue víctima del narco.
"Nadie quiere separarse de su familia, de su lugar de origen; nadie quiere irse a otro lado, porque nadie va estar mejor que con su familia, pero ahora sí que si queremos sobrevivir con nuestros hijos, tenemos que buscar otras alternativas", concluyó.