Juan Miguel Hernández
Tijuana.- Para reducir los niveles de violencia e inseguridad, las autoridades deben atacar las causas que originan el consumo y la distribución de drogas, planteó el director del Centro Binacional de los Derechos Humanos, Víctor Clark Alfaro.
El antropólogo aseguró que no es suficiente con que se fortalezca la presencia policíaca en la ciudad, ya que es necesario desmantelar los laboratorios de narcóticos y mejorar los programas de prevención del consumo de drogas.
“La autoridad se centra en el combate de las narcotienditas, que es un asunto de nunca acabar. Hay que combatir a los laboratorios que producen la droga y la distribuyen. La presencia de mil 800 elementos federales, si es que es el número real, ha disminuido el número de muertos, pero todavía no es suficiente su trabajo, porque es un trabajo que inhibe a la delincuencia pero no ataca el problema”, comentó.
Clark Alfaro explicó que la violencia que se registra en Tijuana tiene como origen la pugna que mantienen los grupos delictivos que operan en la ciudad para controlar el lucrativo mercado del narcomenudeo.
“Ha cambiado la forma de operar de los carteles. Hoy no solo producen; están controlando la venta y el mercado del producto de las calles de la ciudad. Antes no era así; el modelo era producir en laboratorios y después distribuir las drogas en narcotienditas”, expuso.
Respecto al estudio que colocó a Tijuana como la ciudad más violenta del mundo, el especialista afirmó que dicha afirmación no está alejada de la realidad, ya que en esta frontera se duplica el número de homicidios en comparación con ciudades como San Salvador.
“No sé si es la más violenta del mundo, pero sí es una de las más violentas; incluso, más violenta que Caracas. Tijuana la supera por mucho. Nos guste o no, hay que aceptarlo, y las autoridades las tienen que reforzar y trabajar para que esta condición de violencia disminuya”, concluyó.