Las horas se hacen largas en el campamento de migrantes ubicado en El Chaparral. La espera para recibir el llamado del gobierno norteamericano, se hace eterna, tanto para chicos como grandes.
Lejos de casa, en una ciudad y país desconocido para ellos, los niños migrantes se refugian en la lectura. Alguno aún no habrá aprendido a leer, pero a través de las imágenes plasmadas en los textos, descubren la historia que se relata.
El idioma tampoco es una barrera.“Monkey The Mummy”, por ejemplo, está escrito en inglés. Pero las simpáticas imágenes de un mono con vendas en todo su cuerpo, despierta la curiosidad de los pequeños. ¿Qué le habrá sucedido al chimpancé?
Mientras los adultos aguardan por alguna noticia que les dé alguna esperanza para un futuro mejor, los menores se entretienen conociendo al mundo a través de los libros.
Ya son más de 10 días desde que cientos de migrantes se establecieran en El Chaparral. Desde entonces el número ha ido creciendo y no ha existido una respuesta de las autoridades de ambos países, sobre qué tanto se podrían acelerar los procesos migratorios en Estados Unidos.
Módulos del Registro Civil, DIF, de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California (CEDHBC) se establecieron en la garita para brindar ayuda a los migrantes.
La alcaldesa de Tijuana, Karla Ruiz Macfarland, manifestó en fechas recientes, que se les solicita a la comunidad migrante abstenerse de acampar en “El Chaparral”.
Por su parte, el Departamento seguridad nacional de Estados Unidos, sugirió por medio de un comunicado, que los migrantes no vengan a la frontera, así como esperar una comunicación oficial de fuentes confiables del gobierno de Estados Unidos o de organizaciones humanitarias internacionales en donde se le dará información detallada incluyendo la fecha, hora y ubicación para tramitar su caso.