Tijuana.- Para el 15 y 16 de enero se ha convocado a cientos de centroamericanos a la ciudad de San Pedro Sula, en Honduras, para dar inicio a una migración que tiene como fin Estados Unidos; en ese camino se encontrarán con la frontera sur de México, donde se les retiene durante el trámite de una visa humanitaria, una acción que debe ser más ágil; según apuntó el director del albergue migrante Movimiento Juventud 2000, José María García Lara.
El también miembro de la Alianza Migrante dijo que antes de que entrara la Guardia Nacional en coordinación con el Instituto Nacional de Migración (Inami) a vigilar las fronteras, existía un panorama menos complicado para las personas que se desplazan de sur a norte.
"Empiezan a retener a las comunidades que estaban entrando o que seguían entrando al país iniciando el año 2019 y a los últimos meses del 2019, se vio que si pararon la entrada de mucha comunidad que venía a entrar a nuestro país y lo cual fue reflejado acá en los albergues, empezó a dejar de llegar gente que venía de forma irregular", precisó.
La postura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en torno a los grupos migrantes se ha visto influenciada en gran medida por la política antimigratoria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en diferentes momentos señaló que México debe detener a los migrantes para que no lleguen a la frontera de su país.
"México ha tomado una postura de una manera un poco dura para poder retener la migración irregular que ha entrado a nuestro país desde hace muchos años; el problema es que son cientos de personas las que quedan varadas en la frontera sur de nuestro país".
"Finalmente terminamos haciendo el trabajo que tiene que hacer el gobierno estadounidense; precisamente se ve reflejado en que México está haciendo de alguna manera el trabajo de retener las comunidades que han estado queriendo entrar", concluyó.