Hace un par de días el gobernador del estado, Jaime Bonilla Valdez, presumía que en Baja California hay paz social. El mandatario decía en una de sus transmisiones mañaneras, reconocía que en la entidad hay violencia como todas partes y que los homicidios ocurren por luchas entre bandas criminales por los territorios.
Lo expuesto por Bonilla Valdez, contrasta con el análisis del profesor– investigador del Departamento de Estudios de Administración Pública del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), Vicente Sánchez Munguía.
“El gobernador puede declarar lo que sea, pero a diario amanecen cadáveres de víctimas de homicidio en las calles y colonias. Eso no es vivir en paz”, manifestó el especialista.
El académico señaló que la información disponible señala que ha habido una tendencia a la baja en algunos delitos, pero sigue estando el estado por arriba del promedio nacional en todos los casos.
“Los delitos en que la brecha es más amplia son homicidio doloso, narcomenudeo, violencia intrafamiliar”, agregó. Sánchez Munguía, planteó la falta de coordinación entre los tres niveles de gobierno, repercutiendo en el combate a la delincuencia.
“Lo que ocurre es que las policías municipales son fundamentales para fortalecer la seguridad y no ha habido apoyo. La Guardia Nacional tampoco es mucha ayuda si no actúa contra la delincuencia. El tema es que tanto el gobierno del estado pone recursos y ve como propios estos problemas y no espera que el gobierno federal los resuelva”, expresó.
Cabe mencionar que Tijuana registra un promedio de cinco ejecuciones todos los días, en lo que va del 2021.