Tijuana.- Después de abandonar Honduras hace 60 días junto a su esposa y 5 hijos, Augusto Martínez mencionó que esta navidad no fue celebrada como acostumbraba hacerlo con toda su familia en su país de origen.
“Vivíamos una vida normal, lamentablemente hay veces que las circunstancias lo obligan a uno a cambiar de país y de metas. Nosotros hacíamos pavo y hacíamos muchos dulces diferentes, la familia los regalos y todo eso. Allá son diferentes dulces, les decimos torrejas y rosquillas de miel, generalmente siempre buscaba el vínculo familiar”, expresó.
Actualmente, el hondureño vive en un albergue de la ciudad de Tijuana, y mencionó que este 2021 no celebraron navidad.
“No tenemos navidad aquí, fue un día cualquiera, tenemos hasta problemas de alimentación severos, tengo a mis hijos que prácticamente están cayendo en desnutrición, no tenemos los alimentos básicos, pero ahí estamos gracias a dios, vivos, eso ya es ganancia”, mencionó.
Debido a su trabajo en Honduras, Augusto Martínez tuvo que huir, pues su trabajo como periodista le generó problemas, incluso sufrió ataques violentos en contra de su persona.
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“Tuve un noticiero que se llamaba “El Pueblo diciendo la verdad”, eso me trajo algunas complicaciones, porque allá la prensa no es libre, la dirige el gobierno”, dijo.
Al llegar a la frontera sur de México, Martínez mencionó que le fue negado el asilo debido a que en la ciudad de donde él provenía los índices de violencia no eran similares a los de la ciudad capital.
“Por la frontera, llegamos mojados, pedimos asilo, nos lo negaron y trataron de decirme que el índice de las muertes de la zona de donde yo venía no se asemejaba a la capital del país, que tenían un índice de casi de 50 muertos por cada 100 mil habitantes, allí solamente mataban 20, eso no era suficiente para ellos”, explicó.