Tijuana.-Venezolanos recién deportados a Tijuana denunciaron que el gobierno mexicano sólo les ofrece refugio para permanecer legalmente en este país, pero no lo quieren por temor a que esto cancele la posibilidad de tramitarlo en Estados Unidos.
José Gregorio, integrante del grupo de 140 venezolanos retornados el pasado jueves por esta frontera, contó que fueron a la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar), y solo les ofrecen renovar su permanencia legal en calidad de refugiados.
“Estamos buscando el apoyo del gobierno mexicano para alargar la estadía aquí, pero que no nos perjudique un proceso migratorio del otro lado”, explicó.
Mencionó que su permiso vence en tres días y les preocupa quedarse de manera ilegal porque podrían ser deportados a Venezuela.
El venezolano consideró que la intención de esta medida sería descartarlos de la posibilidad de ser candidatos a una visa humanitaria en aquel país.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), anunció acciones para crear un proceso ordenado de atención a las personas que llegan a la frontera sur de Estados Unidos.
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La intención es reducir el flujo de quienes huyen de la crisis humanitaria y económica en Venezuela, según un comunicado publicado el pasado 12 de octubre.
Hasta este lunes habían retornado a 352 venezolanos por el cruce fronterizo El Chaparral, frontera entre San Diego y Tijuana.
“La cantidad de venezolanos que intentaron cruzar nuestra frontera sur ha aumentado casi cuatro veces, poniendo sus vidas en manos de organizaciones contrabandistas”, dice la circular norteamericana.
José Gregorio señaló que salieron de su país “engañados” de conseguir asilo humanitario en Estados Unidos.
Añadió que el pasado 19 de septiembre empezaron la travesía vía terrestre, cruzaron varios países donde fueron extorsionados por autoridades y grupos paramilitares, particularmente de Nicaragua y Guatemala.
Relató que el pasado 9 de octubre entraron a Estados Unidos por Ciudad Juárez, donde permanecieron en un centro de detención en “condiciones inhumanas”, junto a centenares de migrantes de otras nacionalidades, hasta que fueron trasladados a California y expulsados a Tijuana sin mayor explicación.
“Fue un engaño total (...) Cuando vimos ya estábamos acá, afuera, sin ningún tipo de explicación, nunca nos dijeron nada, tampoco nos hicieron firmar nada. Simplemente nos dejaron allí”, dijo una venezolana.
Este lunes al mediodía, integrantes de la Alianza Migrante se manifestaron para exigir al gobierno federal que atienda a los venezolanos retornados porque la red de albergues de la sociedad civil a la que pretenden canalizarlos se encuentra rebasada en su capacidad.