Tijuana.- Carolina Cabrera está en la cuenta regresiva para volver a abrir su restaurante “Mariscos Raúl”, que ha sacado adelante los últimos 20 años de su vida, dedicándole todo su esfuerzo y cariño para ofrecer el mejor de los productos a sus clientes.
Han pasado 45 días desde que tuvo que cerrar sus puertas. De repente le fue notificado que no podría operar más por el avance de la pandemia de Covid-19. Con ello, venía la incertidumbre de qué pasaría con el pago de la luz, agua, nómina, proveedores y sus gastos personales.
La alternativa de ofrecer su comida solo para llevar, le resultaba inviable, pues sus principales consumidores desean los platillos recién cocinados, la música y el ambiente familiar que se ha encargado de garantizar en dos décadas de arduo trabajo.
“Teníamos nuestros clientes y no esperábamos que abriéramos nada más para llevar, no es lo mismo, no les sabe igual la comida para llevar. Estamos acostumbrados a comer aquí, a platicar, los clientes se ven como familia, se están saludando de mesa a mesa”, agrega.
Pero no tuvo opción, era vender para llevar o despedir a su plantilla, la cual depende del trabajo en el restaurante ubicado en la Zona Centro de la ciudad.
Ahora para Carolina parecen muy lejanos los días en que su restaurante tenía sus 11 mesas ocupadas, pero sobre todo no sabe cuándo volverá a verlo. Poco a poco ve la luz al final del túnel y está consciente que en 15 días se prevé que inicie la “nueva normalidad” en Tijuana.
Esa “nueva normalidad” le hará, por lo menos, prescindir de la mitad de sus mesas, reducir el número de clientes en ellas y limitar el tiempo máximo de estancia en el restaurante, algo a lo cual se resiste.
“Se siente uno también mal, porque tampoco le vamos a decir que coma rápido para que se vayan, va a dar pena decirle así, porque otros estarán afuera esperando mientras salen los demás, porque no podrán estar juntos, tendrán que estar separados”, lamenta.
La incertidumbre sobre la “nueva normalidad” que viene para Tijuana tras la pandemia del Covid-19, es todavía desconocida para más gente como Carolina, que ignora qué tanto podrá recuperar algo de la vida que tenía antes que llegara el coronavirus y cambiara todo por completo.
“Me gustaría que fuera un regreso tranquilo, me refiero con esto a que las personas poco a poco se vayan integrando a las actividades que hacían anteriormente. En cuanto a los cines, antros, bares, podrían buscar una manera de que no se llenen los espacios, porque aunque el día de mañana nos digan que ya podemos salir, el virus puede seguir presente, no tenemos la certeza de que ya no volverá a haber enfermos de Covid-19, en eso sí, tenemos que tener cuidado”, expresó la estudiante universitaria, Itzel Ramírez.
A pesar de no estar dentro de los grupos de mayor riesgo de tener un cuadro complicado de Covid, la joven teme contagiarse si todo regresa de forma desordenada, sin las debidas medidas sanitarias que prevengan un rebote del virus.
“En lo personal sí me da un poco de miedo todo esto, porque nadie está exento a esta enfermedad y por más que uno se cuide, hay personas que no están respetando todas estas medidas de prevención que nos están diciendo día con día”, confiesa.
La misma preocupación que tiene Itzel, la comparte Gerardo Soto, el cual se muestra incrédulo a que la sociedad tijuanense respetará la sana distancia recomendada o usará cubrebocas, para tratar de frenar la propagación del Covid-19.
“Será un caos. En cuanto abran cualquier establecimiento se van a abarrotar. Muchas personas asintomáticas van a contagiar y se hará una nueva ola. Tristemente no entendemos como sociedad, si teniéndonos encerrados ¿por qué está la situación a tope? No entendemos, imagina lo que pasará cuando nos digan que ya podemos salir de verdad”, manifestó.
El cumpleaños número 30 de Gerardo coincidió con la emergencia sanitaria, por lo que para el próximo mes espera celebrarlo como se merece, aunque desconoce a cuántas personas invitará o si le será permitido realizar el festejo.
“Estoy esperando a que pase todo esto para hacer una pequeña reunión en casa, igual tomar medidas preventivas, pero ya un poquito más relax, tal cual es. Tampoco entrar en paranoia, no se trata de eso, pero sí seguir cuidándome y después de un par de semanas que baje el furor de la gente, gradualmente retomar mis actividades”, comentó.
No solo existe la duda sobre si se podrá celebrar un cumpleaños, igual está la de que pasará al ir al cine, como se cuestiona Rigoberto Domínguez, el cual tiene entre uno de sus pasatiempos favoritos, está acudir a las salas cinematográficas.
“No me molestaría ir al cine y comprar los dos asientos de mis lados, aunque queden vacíos, si es que no ponen una medida preventiva, pero pues poco a poco. Al final, creo que todo será normal, como antes, aunque será un proceso que llevara varias semanas, incluso meses”, confesó.
A solo dos semanas de que concluya la Jornada Nacional de Sana Distancia, aún las autoridades municipales y estatales no han hecho público cómo será el regreso a las actividades no esenciales, ni qué medidas sanitarias deberán de tomar los establecimientos.
Apenas el miércoles pasado el alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz hizo una declaración pública en la que adelantaba que los primeros sectores en regresar a laborar en un plazo de 14 días, serían el de la construcción y el restaurantero, cumpliendo con las medidas de higiene.
"Es una nueva normalidad la que vamos a tener en todas las actividades y de eso depende de que vayamos ya en una curva descendiente para beneficio precisamente de la población de Tijuana", decía el primer edil.
Uno de los sectores que empezó a preparar el regreso a la “nueva normalidad” fue el restaurantero, por medio de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), que se encargó de elaborar un protocolo sanitario dentro de los establecimientos.
Dentro de las disposiciones a seguir en interior de los restaurantes, se encuentra el realizar trabajo de sanitización; garantizar el abasto de insumos para lavado y desinfección; contar con ventilación natural o mecánica, además de realizar limpieza continua de mesas, barandales, manijas, puertas y cualquier otro elemento de fácil acceso para los clientes.
De igual manera, la Canirac anunció que se limitará el número máximo de personas a 10 por mesa, mientras que se buscará implementar sistemas que reduzcan el contacto físico, a través de menús digitales, menús desechables o a través de códigos QR.
¿CUÁNTO TIEMPO DURARÁ TODO ESTO?
La gran pregunta que la mayoría nos hacemos, es ¿cómo? ¿cuándo? regresaremos a la vida que teníamos antes del Covid-19. La respuesta es muy sencilla para la especialista en salud pública, Alhelí Calderón Villarreal, quien anticipa que nunca regresaremos al estilo de vida que gozábamos hace unos meses.
“No vamos a regresar a la normalidad como tal, es difícil pensar en una normalidad cuando el virus no se está yendo a ningún lado. Tenemos que ser muy pacientes y adaptarnos a la nueva realidad, en lugar de estar pensando en esto cuándo termina, debemos estar enfocados en esto es lo que estamos viviendo y debemos trabajar de la mejor manera posible para salir adelante”, expresó.
La integrante de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, alertó que aunque se reanuden ciertas actividades no esenciales a partir de junio, esto no significa que el virus desaparecerá, sino que entra en una etapa de desaceleración, con el riesgo de que existan nuevos brotes o que vuelva el mes de diciembre, con el inicio de la temporada invernal.
“De aquí al invierno la situación va a estar en un punto intermedio entre lo que fue la cuarentena estricta y lo que era la vida antes del Covid, no vamos a estar en una normalidad como la conocemos. El virus sigue y los contagios también, pero no de una manera exponencial y rápida”, explicó.
Calderón Villarreal, sugirió a la población cumplir con las medidas higiénicas elementales y no pensar de forma permanente en que la actual realidad que vivimos “acabará pronto”, sino solo adaptarnos.
“Más que miedo tenemos que tener precaución, pero no debemos promover el miedo entre la población, porque no nos vamos a beneficiar, esto genera brotes de salud mental, ansiedad, depresión y esas condiciones son igual de importantes”, concluyó.
