Antonio Maya
Con ajonjolí o cubierto de azúcar, como marca la tradición mexicana, decenas de panaderos dedican la última quincena de octubre y la primera semana de noviembre a la elaboración del pan de muerto.
Este pan, que está relacionado principalmente a la festividad del “Día de Muertos”, que se celebra el 2 de noviembre de cada año, simboliza los cuatro rumbos del universo.
El pan es esponjoso y tiene forma circular, en medio tiene una bola de la misma masa del pan, que simboliza un cráneo, a un costado tiene cuatro tiras más que representan los huesos de un ser humano.
Los usos y costumbres de las comunidades que hay en todo el territorio mexicano han provocado que este producto artesanal se elabore de manera distinta.
Como en algunos lugares que los rellenan de queso crema, crema de avellanas, mermeladas de fruta, entre otros productos. Pero también hay quienes se niegan a cambiar la receta original.
Como en el caso de las panaderías Ensenada y La Tapatía, ubicadas en el centro de la ciudad, las cuales espolvorean el pan de harina de trigo con ajonjolí o con azúcar.
"Algunos lo hacen hasta rellenos, con cajeta, mermelada, Nutella. A lo mejor se vende igual que el tradicional, pero no es como el original, con ajonjolí y azúcar con su canelita. Aquí lo hacemos como es. Para mantener la tradición", señaló el encargado de la panadería Ensenada, Enrique Preciado.
Comentó que si bien el pan de muerto solo se vende en esta temporada, tiene buena aceptación por parte de los clientes de la panadería, especialmente de las personas que provienen del sur del país.
"La venta es muy buena. Si se vende más que los otros panes de figuras o las conchas. Está muy bueno el pan. Y es una tradición que la gente procura", expresó Preciado. Mencionó que los clientes se llevan entre cinco y quince piezas de pan, "más que los otros panes".
Por su parte, el contador de la panadería La Tapatía, Ramón López, dijo que son los mismos clientes los que no permitan que esta tradición quedé en el olvido, debido a que inicios de octubre ya tienen pedidos de pan de muerto.
"Si es buen ingreso. Nosotros empezamos a venderlo a inicios de octubre porque la gente pregunta por él. Pero este pan se consume hasta el ‘Día de Muertos’. Todos los días sale pan. Porque todos los días la gente compra pan", declaró López.
COSTUMBRES DEL SUR EN EL NORTE
De acuerdo con el maestro panadero desde hace 40 años, Gumaro López, el pan de muerto es una tradición y costumbre del sur del país, que por la migración de cientos de esas personas al norte es que se mantiene en todo el país dicha tradición.
"Yo creo que es algo que se empezó a ver más en Tijuana por las personas que vienen del centro del país. Porque aquí predomina más el mentado Halloween", señaló López.
Dijo que a diferencia de hace 20 o 25 años el consumo de pan de tradición a aumentado en esta frontera. "Ahora hago más pan que en otros años, lo que significa que hay más venta".
En las panaderías recorridas por el Sol de Tijuana, se pudo observar a las personas llevando varias piezas de este producto que suele ser acompañado de una taza de chocolate caliente o de café negro.
El costo del pan de muerto puede variar según su tamaño, ya que puede ir desde los trece pesos hasta los 45 pesos, según las panaderías consultadas en la colonia centro, en los fraccionamientos Playas de Tijuana y Soler.