San Luis Río Colorado.- Para prevenir el feminicidio e infanticidio existen señales que se pueden ver en situaciones donde la violencia intrafamiliar toma protagonismo; sin embargo, las víctimas no suelen presentar denuncias en contra de su agresor ante las instancias correspondientes, limitando las funciones de éstas en cuanto a prevención del delito en ésta ciudad.
Durante el 2019, según información publicada en el Semáforo Delictivo Estatal, en Sonora se contabilizaron 3 mil 587 casos de violencia en la familia, lo que reflejó un aumento del delito del 63% en comparación al 2018, en el que fueron cifrados 2 mil 195.
Respecto a las cifras de San Luis Río Colorado, fue el año pasado que se cifraron 139 casos, aumentando así la incidencia un 19%, en contraste con los 117 del 2018.
Hasta el cierre del mes de enero de este año, persiste el “foco rojo” en la entidad con 314 casos, (de los cuales seis corresponden a éste municipio), números que representan un aumento del 124%, comparado al mismo lapso pero del año pasado, en el que se tomaron en cuenta 140 situaciones de violencia intrafamiliar.
SIN DENUNCIA NO HAY PREVENCIÓN
De lo anterior, habló la directora del Sistema para el Desarrollo Integral para la Familia (DIF) en San Luis Río Colorado, Sheila Geraldine Portillo Moreno, quien mencionó que son las mismas mujeres quienes a pesar de ser víctimas de violencia en distintos niveles no llevan a cabo ninguna denuncia en contra de su agresor, lo que limita a las instancias correspondientes para tomar cartas en el asunto y dar solución a conflictos que pudieran derivar en feminicidios o infanticidios.
“Hemos detectado mucha violencia en ésta ciudad, pero también nos hemos percatado que en San Luis no se denuncia. Sabemos que hay violencia intrafamiliar y a pesar que nosotros aconsejamos denunciar las víctimas no quieren hacerlo. Mientras no haya denuncia, no podemos hacer mucho al respecto”, compartió la entrevistada, agregando que una de las maneras para trabajar ante esta situación es con programas preventivos que ayuden al ciudadano a percibir la violencia en su entorno y evitarla.
Nos corresponde a las mujeres educar a nuestros hijos, y si estamos en una situación de violencia hay que decir ¡basta! y poner un límite, porque si no lo hay nunca vamos a parar con esa cadena de violencia
Sheila Geraldine Portillo Moreno, directora de DIF Municipal
Comúnmente, dijo, las mujeres no quieren presentar denuncia porque no logran identificar cuando es necesario hacerlo.
“No saben definir que las agresiones no solamente son físicas, sino que también son psicológicas o emocionales. Ahí es donde empieza la violencia; un empujón, un jalón de cabello, gritos. Con estas señales, empieza una etapa en la cual nosotras como mujeres permitimos que esto avance, porque nunca pusimos un límite, resultando en muchas situaciones en casos extremos como los asesinatos”.
Además, en cuanto al presunto origen de un homicida o victimario, opinó que “es por la cultura, por todo lo que hemos `aprendido´ generación tras generación, donde se le ve desvalorizada a la mujer. Si esas personas aceptan una situación de violencia, y tienen niñas en la familia, les están imponiendo el protocolo a seguir cuando ellas formen un hogar. Si la mamá acepta gritos y empujones será lo mismo que ella acepte. En el caso del niño varón, éste se dará cuenta que él puede violentar de cierta manera a la pareja que llegue a tener en el momento”.
Por último, compartió que en el trabajo para erradicar la violencia en ésta ciudad existen proyectos como la “Casa Dignifícate”, en donde se resguarda a las víctimas de abusos intrafamiliares y se les da atención psicológica y jurídica, así como la Unidad Básica de Rehabilitación (UBR) en donde se brindan terapias psicológicas, sin exceptuar la oficina de la Subprocuradora de la Defensa del Menor y la Familia del Sistema DIF Municipal.