Tras no haber una solución para la reparación del aire acondicionado en el Hospital General de Tijuana, médicos y enfermeras contratados a través Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), decidieron renunciar de manera voluntaria a su contrato temporal, mismos que estaban asignados a la atención de pacientes con coronavirus.
“No tenemos aire, supuestamente la próxima semana lo iban a instalar, pero los médicos siguen trabajando sin aire y siguen trabajando con un calorón y pues aparte ya varios han renunciado”, aseguró un médico general que renunció por la situación laboral.
En entrevista para El Sol de Tijuana, uno de los médicos que prefirió el anonimato, calificó que las condiciones de ventilación en que trabajaban eran “insoportables”, pues desde el pasado 13 de agosto que los sistemas de refrigeración no funcionaban de manera adecuada, pero por lo menos recibían ventilación, sin embargo, el fin de semana dejaron de funcionar completamente y no hay fecha de solución.
“Eso se me hace ya muy inhumano, porque nosotros traemos el traje, nosotros tenemos las caretas, el equipo médico, los respiradores, traemos el ‘tyvek’, traemos el aislante, traemos guantes, traemos portadores de zapatos, tenemos un montón de cosas que traemos puestas nosotros para protegernos, pero nos tapan el aire, y es insoportable estar trabajando con eso en un área donde no podemos quitárnoslo, es muy desgastante para nosotros, sencillamente no nos ponen la atención”, dijo el médico afectado y quien prefirió renunciar a sus labores.
Dicen que el calor y lo térmico del material de protección médica alcanzaban temperaturas de hasta 40 grados centígrados, lo que les impedía trabajar, y al salir del turno tenía dolores de cabeza y deshidratación.
“Insabi no nos da una garantía de que nos vayan a poner aire acondicionado, Insabi solamente dice si se los vamos a poner, pero no dice cuándo, entonces el contrato que teníamos lo dejé y yo ya renuncié”.
Dijeron que las quejas las hicieron llegar a la dirección del nosocomio, pero al no haber una solución, cinco médicos y enfermeras optaron por una renuncia voluntaria, el médico lamenta que sea por falta de respuesta de las autoridades estatales de salud.
“Mínimo deberían de ponernos un mini split, de esos chiquitos para que trabajemos, pero ni eso nos ponen, quieren cambiar toda la ventilación”.