Daniel Ángel Rubio
Tijuana.- La manifestación pacífica realizada por taxistas llevó a un desencuentro entre ellos mismos y con el gobierno de la ciudad cuando concluyó la movilización en palacio municipal.
Los líderes que encabezaban la protesta pidieron hablar con el alcalde Juan Manuel Gastélum; no obstante, al entrar al edificio a pesar de la presencia de policías, les dijeron que el primer edil no estaba.
Leopoldo Guerrero, secretario de Gobierno, afirmó que los manifestantes no pidieron audiencia, y que ellos, molestos, aseguraron que el presidente municipal sabía que llegarían.
“Entendamos también que aquí son temporadas electorales. Todo mundo va a tratar de sacarle ventaja a esta situación”, dijo en entrevista el secretario Leopoldo Guerrero.
“Va a ser paro total, no quieren entender”, gritó uno de los integrantes del grupo mientras el secretario hablaba con ellos acompañado de otros funcionarios en la puerta de su oficina.
En esta vez, la protesta no fue como en otras ocasiones, como en las que choferes estacionaban los vehículos sobre la avenida Independencia y con esto ahorcaban el tránsito en zona río.
Aunque hubo problemas por la desviación del tránsito, el contingente de varias decenas de taxis salió de la tercera etapa del río, y en la glorieta de Miguel Hidalgo de zona río fue obligado a seguir su camino.
Allí los esperaban inspectores de vialidad y transporte junto a agentes de tránsito de la policía municipal, pero la situación no pasó de la molestia de algunos automovilistas y de los mismos transportistas.
Según un volante repartido por ellos, la movilización fue para acusar al gobierno municipal de solapar a empresas; de permitir que trabajen unidades irregulares y que el Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT) autorice rutas, además de un intento por retirar taxis de ruta.
Mientras el secretario hablaba con la prensa, los transportistas se retiraron para ponerse de acuerdo, porque unos insistían en reunirse con el alcalde y otros aceptaban hablar con los funcionarios que se encontraban allí.
Al final, solo una parte de ellos entró a la Secretaría de Gobierno para platicar a puerta cerrada; quienes se quedaron fuera, desconfiaban de los resultados de la reunión.
Más tarde, en un comunicado de prensa, el gobierno municipal aseguró que hubo acuerdos entre el municipio y los representantes de taxis.