Planta desaladora será costosa y tendrá un impacto ambiental negativo: Costa Salvaje

El gobierno primero debe trabajar en el saneamiento de las aguas residuales y su reúso, indicó Fay Crevoshay

Eduardo Jaramillo Castro | El Sol de Tijuana

  · domingo 8 de octubre de 2023

Baja California está “prácticamente en cero” en el reúso de agua /Ángeles García | El Sol de Tijuana

Tijuana.- La construcción de una planta desaladora debe ser la última opción para resolver el problema del abasto de agua en la zona costa de Baja California, consideró Fay Crevoshay, directora de comunicaciones y políticas públicas de Costa Salvaje.

Mencionó que el gobierno primero debe trabajar en el saneamiento de las aguas residuales y su reúso, como sucede en otros países.

En Ensenada hay un proyecto de conservación de los encinos. Foto: Adelina Dayebi Pazos | El Sol de Tijuana

“Este es el último recurso cuando ya rehúsas el 98 por ciento de tu agua, no te queda más remedio, como sucede en Egipto e Israel, que están teniendo una alta demanda por su crecimiento, ya no tienen de dónde más abastecerse, hasta ordeñan las nubes”, explicó Fay Crevoshay.

Señaló que Baja California está “prácticamente en cero” en el reúso de agua, recordando el proyecto de la Línea Morada, que inició en la administración del gobierno del ex gobernador Guadalupe Osuna Millán y que pretendía usar agua tratada, fue abandonado por los gobiernos posteriores.

El gobierno del estado planea construir una desaladora en Playas de Rosarito, en los alrededores de la planta termoeléctrica y estaría operando antes del 2027.

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Realizaron una jornada de limpieza en playas /Cortesía: Karla Peregrina

La planta tendría una capacidad para generar 2 mil litros por segundo, informó José Armando Fernández Samaniego, titular de la Secretaría para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua (Seproa).

La directora de Costa Salvaje dijo que desalar el agua del mar requiere de mucha energía eléctrica, lo que va incrementar su costo.

Agregó que las autoridades tampoco han tomado en cuenta el impacto ambiental que va a dejar la operación de la planta.

“Vamos a quitarle la sal, será un residuo difícil de deshacerse, que si lo regresas otra vez al mar vas a matar la flora y la fauna”, resaltó Fay Crevoshay.

Fernández Samaniego dijo que la planta solucionaría la demanda de agua para Tijuana en los próximos 20 años y permitiría a la ciudad seguir creciendo y desarrollándose.