Laura Bueno Medina

Con poca afluencia de donadoras altruistas, el Banco de Leche del Hospital General de Tijuana, opera bajo la prioridad de proveerle a los recién nacidos graves que se encuentran hospitalizados, los nutrientes necesarios para su desarrollo integral a través de la leche materna.

El médico Eduardo José Calixto Ramírez Barrantes, encargado del Banco de Leche del Hospital General de Tijuana señala que, generalmente las usuarias del banco son las mamás que tienen a sus hijos hospitalizados.

“Las donadoras altruistas realmente son mínimas”, el excedente que se obtiene como donación libre, es también de las mismas mujeres que, se extraen su leche para su paciente hospitalizado.

El banco trabaja actualmente con una Red de lactarios desde Ensenada hasta Tijuana, para lograr la disponibilidad de leche materna en todos los hospitales de la zona costa.

Durante el año 2018, en un sólo lactario se recolectaron 475 litros de leche materna, los cuales dijo, el médico especialista en neonatología, no es poco considerando que el banco tiene escasos dos años de labor y poca difusión.

Ramírez Barrantes agregó que, en el mismo año, se recibieron 175 litros de donación libre, lo cual mencionó, “no podemos decir que es poco, considerando todas las características de nuestro banco”.

No obstante, sí reconoció que, lo donado es insuficiente, para la población existente de la ciudad y que se atiende en el HGT, prematuros principalmente.

Tomando en cuenta que, en promedio el nosocomio tiene una población hospitalizada de 40 a 50 pacientes lactantes, que consumen alrededor de 200 mililitros diarios cada uno, se requeriría de una donación de entre 6 y 10 litros de leche materna diariamente.

De lo que se logra colectar de leche materna y almacenar, dura como máximo un mes en el hospital general, mientras que el ideal sería, tener reservas para 6 meses, detalló el doctor Eduardo José Calixto Ramírez Barrantes.

Los recién nacidos prematuros, lactantes con riesgo de enfermedades infecciosas, o congénitas son los que principalmente se encuentran hospitalizados y a los que prioritariamente se les alimenta con la leche materna que se colecta en el banco, precisó el encargado del banco de leche.

Se enseña a las madres el proceso para que continúen amamantando a su bebé en casa, con leche materna, que puedan refrigerar, con las medidas adecuadas para que conserve sus nutrientes.

Toda mujer puede donar, aseguró el médico – salvo contadas excepciones- porque produce un excedente, sin embargo, primero se debe garantizar que él bebe propio sea el principal beneficiado, una vez que acuda al banco se le aplicara un cuestionario, se examinara su leche para determinar si es apta para donación, de serlo, se pasteuriza y almacena.

El banco de leche se encuentra abierto de 7:00 a 15:00 horas de lunes a viernes, para colectar la leche, examinarla e informar a las pacientes, del proceso que pueden realizar en casa.

El neonatólogo explicó que la leche va modificándose en relación al crecimiento del bebé, adquiriendo características que cambian después de las 4 semanas de amamantar.

Para realizar la asignación del alimento diariamente se hace un censo de los bebés, las condiciones en las que están para determinar cuanta leche materna y con que, características se requiere para cada paciente.

La química Erika López Navarro manifestó que, el Banco de Leche del HGT se compone de un lactario (área gris) y el banco (área blanca) en el que se recibe la leche, se pasteuriza, y se coloca de acuerdo al fin que se le vaya a dar.

Se cuenta con un refrigerador convencional, con capacidad de enfriamiento de una temperatura de 4 grados promedio, ahí es donde se almacena por unas horas la leche que será otorgada de madre a hijo diariamente, ya pasteurizada.

Y el súper refrigerador, en el que se mantiene la leche congelada a una temperatura de -22 grados centígrados, para guardarla por días o meses.

Toda la leche materna que se le proporciona a cada bebé hospitalizado se selecciona de acuerdo a las condiciones médicas de los lactantes, se etiqueta en jeringa o en frasco, y se lleva al área de hospitalización en donde está el bebé.