Uriel Saucedo
Tijuana.- Los migrantes que han llegado a la ciudad en las últimas horas tienen poca probabilidad de obtener el asilo por parte de Estados Unidos, ya que las políticas se han endurecido a partir de la llegada a la presidencia de Donald Trump, informó el antropólogo y director del Centro Binacional de Derechos Humanos (CBDH), Víctor Clark Alfaro.
Explicó que las condiciones de asilo con el presidente Donald Trump se han ido endureciendo, por lo que las posibilidades de que se les brinde el asilo político han ido disminuyendo, sin embargo, consideró que la situación que actualmente se vive es una paradoja, ya que, durante el año pasado, el número de migrantes aprehendidos ha sido el más bajo desde 1972, puesto que sólo se detuvieron a 326 mil migrantes, la cifra más baja desde la década de los 70, de los que sólo 42% son mexicanos y el resto son de otros países, principalmente de Centroamérica.
De igual manera, opinó que tanto los ciudadanos mexicanos, como los centroamericanos, están a la par en cuanto a posibilidades de solicitar el asilo político, ya que en ambos se presentan con el argumento de estar huyendo de la violencia, pero, en ambos casos, menos de 1% del total que ha hecho la solicitud logra obtener el asilo en el vecino país.
Lo anterior lo indicó a partir de los datos que ofrece el Departamento de Justicia y Asilo de Estados Unidos, en donde durante el 2016, al menos 17 mil 709 salvadoreños solicitaron el asilo político, siendo concedido solo a 753, mientras que fueron 10 mil 818 hondureños los que hicieron la misma solicitud, de los cuales solo a 620 aceptaron, y 11 mil 354 guatemaltecos, siendo 632 los afortunados en obtenerlo; en el caso de México fueron 12 mil 831 los solicitantes, aceptando a 464.
Refirió que se ha observado un cambio en la composición migratoria, sobre todo porque son unidades domésticas y niños los que más están llegando, mientras que se ha visto que un número importante ya no está cruzando por la montaña o desiertos, sino que están buscando la posibilidad de un asilo, evitando exponer su seguridad.
El proceso es enviarlos a centros de detención en donde pueden llegar a pasar meses y hasta el año en ese lugar, situación que acorta las posibilidades de obtener una representación legal, siendo que la mayoría de las veces se pierde el caso, porque cuando las personas se enfrentan solas contra el juez es prácticamente caso perdido.
Manifestó que es muy probable que lo primero que se haga con los migrantes de la caravana es que los envíen a los centros de detención, los cuales son todo un negocio, opinó el antropólogo, ya que estos centros están concesionados a empresas privadas, a las que el gobierno de Estados Unidos les paga, por cada detenido, 266 dólares diarios.