Tijuana.- Los connacionales y extranjeros que buscaban llegar a la frontera para cruzar a Estados Unidos hoy en día son los menos, plática el antropólogo, Víctor Clark, quien menciona que el hecho ha ocasionado que los llamados "polleros" queden sin clientela.
"Platicando con 'coyotes' me dicen que están prácticamente desempleados. No tienen clientela porque no está llegando nadie a intentar cruzar, por lo menos este grupo de 'coyotes' con el que hablé", apunta.
La posibilidad de cruzar de forma ilegal se mantiene, pero ante los bajos flujos migratorios que se dan desde el interior del país y Centroamérica a la frontera norte de México, la opción ha quedado en espera, agrega Clark.
Lo anterior, ha traído modificaciones en los pagos que exigen las personas que se dedican al tráfico de personas, ya que en la actualidad es más complicado cruzar la frontera sin documentos legales.
Aumentaron sus costos. Por montaña y desierto se incrementó de 7 a 8 mil dólares, cuando un par de meses atrás el costo era de 6 a 7 mil dólares.
"Por la puerta de entrada de San Ysidro están cobrando hasta 17 mil dólares, pero a pie, porque en vehículo era sumamente difícil cruzar: antes de la pandemia los costos por cruzar a pie eran entre 12 o 14 mil dólares", precisó.
Mucha de la comunidad migrante que intenta llegar a Estados Unidos lo hace mediante la petición de asilo, sin embargo, otros tantos que saben de lo complicado de obtenerlo, prefieren seguir utilizando métodos como el pasar de manera ilegal.
Por el momento, finaliza Clark, la baja o nula actividad de los traficantes de personas es un reflejo de los cambios migratorios que trajo la pandemia.