El puente vehicular que conecta El Chaparral con la Vía Rápida poniente no ha dejado de moverse, por lo que ya se realiza un estudio para determinar qué lo está provocando y pueda ser reparado a la brevedad para evitar una catástrofe urbana, señaló César Ulises López Torres, experto en ingeniería estructural del Colegio de Ingenieros Civiles de Tijuana.

En el 2015, una de las juntas que une al puente se fue al vacío y dejó un hueco de 30 centímetros en un extremo y ocho centímetros del otro, problema que fue atendido con una placa de acero; pero en los últimos meses se ha visto que se sigue moviendo, indicó César Ulises López.

“Entre 15 y 16 centímetros en estos últimos seis años, esto evidencia que no ha dejado de moverse”, precisó.

“Ahora que lo inspeccionamos, seis años más tarde, ya no está justa la placa de acero que se colocó, hay una separación considerable pese a que no se nota el hueco desde la parte que transitan los vehículos porque la placa de arriba es muy ancha”, agregó.

Las vigas de acero pueden detener cierto desplazamiento de aproximadamente de 30 a 45 centímetros en la parte de abajo, explicó.

“No podemos esperar que se desplace los 45 centímetros, las vigas se van caer de ese apoyo, ahí es donde tendríamos problemas, por eso ahora es el momento para hacer los estudios pertinentes, y colocarle la solución que necesita”, enfatizó.

En caso contrario, se tendría que hacer una mayor inversión en repararlo, como ejemplo, expuso el caso del puente Los Olivos a la altura del cementerio al este de Tijuana, que ya no cumple con la normatividad y se deben restituir algunas piezas y reforzar otras.

Calculó que el puente de Los Olivos quizá se le deba invertir entre 50 a 60 millones de pesos, mientras que en El Chaparral, en caso de atenderse a la brevedad, sólo necesitaría aproximadamente un millón de pesos, para una vida útil de 100 años.

“El puente del Chaparral es un puente joven, no tiene ni una décima parte de su vida útil. Las fallas que presenta por el momento pueden ser reparables, pero si no son atendidas ahora tendría que ser sustituida en un futuro”, advirtió.

Sobre la causa de las fallas, dijo que es un puente atípico, construido de acero y en partes que tiene curvas verticales y horizontales, por lo que quizás esas condiciones no fueron consideradas en su diseño.

“La estructura en sí no está fallada, son elementos secundarios pero muy importantes que al parecer no fueron los adecuados”, opinó.

El Colegio de Ingenieros Civiles de Tijuana, está coadyuvando en el estudio estructural para definir qué es exactamente lo que se debe colocar.

“Falta determinar qué elemento es el que se está llevando los centímetros que ya se movió, que al parecer ya los descubrimos, a través de una hipótesis de análisis matemático”, puntualizó.

Se ha movido 46 centímetros desde su creación hace 10 años, pero debe ser atendido para su reparación y evitar una catástrofe urbana