Juan Miguel Hernández
Tijuana.- Para evitar mayores riesgos en la construcción de viviendas, diversas asociaciones de ingenieros y arquitectos buscarán colaborar con el ayuntamiento con el propósito de regular la edificación de hogares en zonas del alto riesgo.
Francisco Gallo Palmer, presidente del Comité Ejecutivo Nacional de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción, reconoció que es complicado para la administración municipal ordenar el desarrollo urbano por la “anarquía” que predomina en la ciudad.
“La población construye en donde les den un pedacito de terreno sin pensar el riesgo que corre al poderse venir abajo la vivienda como ya ha sucedido. Vamos a convenir con el ayuntamiento que los colegios de ingenieros y arquitectos puedan certificar y determinar las posibilidades de riesgo que hay en áreas de construcción de viviendas”, puntualizó.
Señaló que, en Tijuana, abundan las viviendas de lámina, cartón y madera construidas en cerros, lo que pone en riesgo la integridad de las familias que en ellas residen.
“La autoconstrucción no es mala; es buena, pero se está disminuyendo y concentrando en un sector social que está haciendo su vivienda en zonas muy retiradas de las zonas habitacionales”, comentó.
Debido al alto costo de la tierra en la ciudad, Gallo Palmer señaló que los desarrolladores de vivienda optan por construir en la periferia sacrificando temas relevantes, como el transporte y los servicios públicos.
“Tenemos que irnos enfocando a la vivienda vertical. Ya no podemos seguir con una vivienda horizontal, porque los servicios públicos ya no nos van a alcanzar; tenemos que encontrar la forma de vivir en edificios. Tenemos que venir a los centros de la ciudad, aprovechar los terrenos baldíos que hay para construir vivienda vertical”, concluyó.