Tijuana.- La rehabilitación de la planta de tratamiento de Punta Bandera será insuficiente para mejorar la calidad del agua marina y que sea óptima para uso recreativo, debido a que existen decenas de derrames de agua sin controlar en toda la costa de Tijuana, aseguró Margarita Díaz, directora de Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental (PFEA).
Mencionó que esto es por las fallas que existen en el sistema de saneamiento en la ciudad, como las tuberías, cárcamos y bombas, cuyas derramas de aguas negras por su cauce natural terminan en el mar.
También existen desarrollos habitacionales pegados al mar que no están conectados al sistema de alcantarillado y sus desechos son vertidos directamente en el mar, denunció.
“Por donde vayas hay un escurrimiento de drenaje, en zonas bajas y altas, calles principales o secundarias, entonces si hay aguas residuales por doquier cómo se va solucionar el problema”, manifestó la activista.
PFEA realiza un monitoreo semanal en cinco puntos de Playas de Tijuana para conocer el nivel de contaminación, los cuales superan constantemente los 200 enterococos por cada 100 mililitros de agua, a causa de los derrames incontrolados.
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Margarita Díaz estimó que existen decenas de escurrimientos de aguas negras al mar, los cuales están siendo contabilizados en un estudio que está siendo realizado por el PFEA.
El gobierno estatal anunció la rehabilitación de la planta de Punta Bandera, la cual no funciona adecuadamente, con recursos federales a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
De junio a agosto de este año, el Ayuntamiento de Tijuana prohibió a las personas la entrada a la arena y mar para su uso recreativo, derivado de la contaminación.
El gobierno de Long Beach, Estados Unidos, también ha cerrado el acceso a sus playas, porque por el agua que desemboca el cauce del Río Tijuana.