Tijuana.- El fungir como presidenta municipal y síndico es una contradicción que no se tuvo que presentar por parte de la actual alcaldesa Karla Ruíz Macfarland, consideró José Luis Molina Magaña, presidente de la Federación Estatal de Colegios, Barras y Asociaciones de Abogados de Baja California.
“La presidenta municipal nunca debió haber aceptado ser la síndico, es como yo ser juez y parte. Se supone que es la síndico la que revisa, la que esta vigilante de las actuaciones del cabildo y sobre todo de la presidencia municipal”, dijo.
La síndico María del Carmen Espinoza Ochoa solicitó licencia del ocho de marzo al seis de abril y su suplente desistió de tomar el puesto vacante, por lo que el gobierno municipal optó porque fuera Karla Ruíz Macfarland la que ocupase la figura de síndico procuradora.
“Debió haber buscado al cabildo o incluso al Congreso del Estado dada la emergencia de hacer un tipo de reforma, de tal manera que cuando la suplente de la síndico no acepte la sindicatura como es el caso de ahorita, exista una figura pero no la presidenta municipal, eso es totalmente para mí reprobable”, apuntó el abogado.
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La situación no abona a la transparencia al no existir la certeza de que las controversias en curso más las que se puedan presentar sean llevadas de manera objetiva, esto más allá del trabajo de Ruíz Macfarland, añadió Molina Magaña.
“Siento que la presidenta municipal tiene muy buenas intenciones y lo ha demostrado a través de las acciones que ha emprendido, pero en este caso no debió de haber aceptado, mejor se hubiera ido sin síndico por un tiempo mientras el cabildo o el Congreso del Estado buscaban una solución rápida”, recalcó.