No conformes con lo que la emergencia sanitaria ha significado para el sector productivo, el gobierno federal junto con los representantes obreros aprobaron un aumento de 15% al salario mínimo, lo que pondrá a las empresas en una situación asfixiante.
Y es que en días pasados la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) publicó la aprobación, con 12 votos a favor y 11 en contra, el incremento de 15% al salario mínimo para el 2021 a nivel nacional.
Dicha comisión se integra por representantes de gobierno, representantes de los obreros y representantes patronales, quienes en consenso deberían aprobar este tipo decisiones, sin embargo, la postura de los empresarios no fue tomada en cuenta.
“Esto significa que el salario mínimo que tenemos actualmente de 185.56 en la frontera Norte, sube hasta 213.39 pesos, cuando lo que se esperaba es que fuera de entre 5% y 6%, además que en este incremento nos sumaron el MIR”, señaló Heriberto Galindo Aguirre, presidente de la Asociación de Recursos Humanos de la Industria de Tijuana (Arhitac).
Explicó que el Monto Independiente de Recuperación (MIR) para el resto del país fue de 10.46 pesos, mientras que para la frontera Norte fue de 15.75 pesos, de ahí que sumado el MIR al aumento salarial, arroja este incremento de 27.83 pesos en el salario mínimo en Baja California.
“Considero que la dificultad para los empresarios no es solo el pago del salario mínimo sino el incremento a toda la carga fiscal que se deriva del correcto pago de los impuestos y beneficios adicionales.”
El líder de la Arhitac mencionó que entre la inversión extranjera y las pequeñas empresas generan el 76% del empleo en el país, por lo que decisiones como la aprobada por la Conasami podría ahuyentar las inversiones y provocar cierre de negocios.
“De tener este panorama, la gente desempleada se irá a la informalidad y se correrá el riesgo de mayores índices de delincuencia. Mientras la autoridad siga con este tipo de incrementos es a lo que pueden orillar”, advirtió Galindo Aguirre.
El presidente de la Arhitac comentó que la medida salarial es una buena ayuda para los trabajadores, sin embargo, debe ser una responsabilidad compartida en la que el gobierno también debería aportar incentivos para las empresas, que son las generadoras del empleo, algo que no ha sucedido a pesar de la pandemia.
“Las condiciones del país se verán muy deterioradas, esperemos que esto no suceda y que haya una señal positiva en el futuro cercano para aquellos negocios que están sobreviviendo. Necesitamos de un tanque de oxígeno que dé el gobierno”, finalizó.