Tijuana.- Tras las acusaciones hechas por representantes del albergue migrante LGBTI+ “Casa de Luz”, que denunciaron acoso e intimidación por parte del gobierno municipal y estatal, ambas autoridades respondieron.
La Coepris informó vía nota informativa, que tras acudir el 21 de febrero a solicitud del ayuntamiento, realizaron un recorrido con el director del albergue, Irving Mondragón, el cual no presentó aviso de funcionamiento que debe tramitar ante COFEPRIS, tampoco bitácora de fumigación para evitar la presencia de fauna nociva.
“En el área de cocina tiene pájaros, no contaba con áreas específicas para utensilios de cocina lo cuales deben estar en un estante cerrado, además de falta de etiquetas en los productos de limpieza, se les invitó a inscribirse en el curso de la NOM 251, que imparte COEPRIS BC para conocer a fondo los protocolos que debe de seguir para evitar riesgo de contaminación de los alimentos”, agrega la nota informativa.
Además, en baños y dormitorios, detallan que se observó la falta de ventilación adecuada, además de riesgos por la cercanía de boilers y productos químicos sin etiqueta, por lo cual precisaron recomendaciones para su adecuado funcionamiento.
“COEPRIS BC solo solicitó resolver las irregularidades para evitar riesgos sanitarios, no se mencionó la clausura o suspensión de actividades”, remata el comunicado.
Por su parte, el titular de la la Dirección Municipal de Atención al Migrante, Enrique Lucero, explicó vía un boletín de prensa, que estas verificaciones se hacen a todos los albergues para que cumplan con la normatividad y disposiciones requeridas.
“Con el ánimo de proteger a la población que se encuentra ahí, sin embargo, también se les brinda el acompañamiento con los trámites”, apunta el mensaje mandado a medios de comunicación.
Aclaró que todas estas visitas se han realizado en coordinación con la Subsecretaría de Asuntos Migratorios del Gobierno del Estado, ya que muchos albergues no cuentan con los requerimientos para poder operar de manera regular.
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Invitó a albergues que actualicen todos sus permisos y quienes no cuentan con ellos, se acerquen con las autoridades para recibir orientación y apoyo, por seguridad de todas y todos, principalmente de la niñez.
“De ninguna manera nuestra intención es cerrar albergues o refugios, no nos podemos dar ese lujo ante las circunstancias en que nos encontramos, nuestro ánimo es que todos los albergues cuenten con todos los permisos para que puedan funcionar en óptimas condiciones”, puntualizó el funcionario municipal en dicho comunicado.
Apenas este jueves, Irving Mondragón, director de Casa de Luz, señaló que tras una inspección sorpresa e intimidante por parte de Protección Civil Municipal y Estatal, así como Coepris, amenazaron con clausurar luego de detectar una botella de lysol en un baño, un garrafón de agua sin tapadera, así como la comida fuera servida por una solicitante de asilo que no traía cofia y guantes.
“Las observaciones hechas por las autoridades en cuanto a la seguridad de nuestra casa son, en conclusión, parte de una estrategia de intimidación.
Proponemos un diálogo con la sociedad civil, con todos los albergues locales y la representación de los tres niveles de gobierno, para que la autoridad asuma sus responsabilidades con las personas extranjeras y connacionales que forman parte del flujo migratorio”, expresó.
En conferencia de prensa, relataba que estas intimidaciones llegaron tras la expulsión de dos personas, canalizadas desde la Subdirección e Inclusión municipal.
“El 18 de febrero, personal de Casa de Luz se dio cuenta que dos de esas seis personas se encontraban en estado de ebriedad, alterando con su comportamiento la convivencia y la tranquilidad de nuestra casa. Por esto, se les pidió abandonar el lugar; ante ello, dichas personas agredieron física y verbalmente a otros residentes de la Casa”, comentó a la prensa local en conferencia realizada en el albergue.
