El presunto responsable de la muerte de Jonathan Vélez, joven arrollado al estar esperando el cambio de luz a bordo de su motocicleta, no debió haber quedado en libertad, indicó el fiscal general Ricardo Iván Carpio.

Respecto a la actuación de los policías, el fiscal reconoció que el protocolo que aplicaron no fue incorrecto.

“El criterio de la Fiscalía es que la Policía no falló en la detención y tampoco cometió algún error en ningún tipo de protocolo en trasladar a la persona asegurada para que fuera certificada por algún médico de que no fue víctima de algún abuso policial”, aseguró.

Carpio dijo que la Fiscalía General del Estado (FGE) en un primer momento determinó como legal la detención, y “así fue como se presentó y se intentó imputar”.

“En primer momento se tiene que desarrollar la audiencia de control de la detención, no se centró en estudios, si no que simplemente se aplicó el criterio de que no puede ser trasladado a un sitio distinto a las instalaciones del Ministerio Público”, mencionó.

Aunque señaló que Alexander “N”, el presunto culpable no debió ser liberado, “debió haberse quedado y haber sido vinculado a proceso, es lo que creemos nosotros y lo defenderemos”.

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El acusado, no asistió a la segunda audiencia en su contra realizada el pasado viernes 30 de septiembre, por lo que se encuentra en calidad de prófugo y la FGE giró una orden de aprehensión en su contra, informó Carpio Sanchez.

Dijo que la FGE tiene la autoridad para “intentar buscar a cualquier persona en cualquier lugar de México o en Estados Unidos”.

Jona, como lo conocían sus amigos, tenía 29 años y falleció tras ser embestido por Alexander “N”, quien conducía en presunto estado de ebriedad el pasado 2 de septiembre.

Después de ser detenido por los elementos policiacos fue liberado por una Juez de control con el argumento de que el procedimiento de su detención fue irregular.