Tijuana se ha convertido en la frontera más visitada del país, y es uno de los destinos de migrantes que desean cruzar a Estados Unidos.
Esos fenómenos migratorios han tenido diferentes características y nacionalidades. Cualquier situación en el mundo puede tener consecuencias en una ciudad fronteriza como Tijuana.
Víctor Clark Alfaro, antropólogo y profesor de la Universidad Estatal de San Diego(SDSU, por sus siglas en inglés), habló de la evolución de la migración a partir del programa Bracero, entre 1942 y 1962.
“Permitió el cruce legal de mexicanos en contratos de 90 días en zonas agrícolas para satisfacer necesidades de mano de obra. En ese periodo cruzaron cuatro millones de mexicanos legalmente, muchos no regresaron”, cuenta.
Cuando termina ese programa, el número de mexicanos que cruzaba a Estados Unidos como indocumentado era reducido.
En los 70 era un promedio de 30 mil, la situación económica en México era estable, no había mucha necesidad para cruzar a Estados Unidos.
En los 80 el número incrementó a 200 mil por año. Tijuana en esa década era el punto más importante para el cruce de indocumentados, continúa el académico.
Para los 90, los cruces se duplicaron a 400 mil por año por la devaluación de la moneda.
En esa década el porcentaje de migrantes que cruzaba la frontera por Tijuana era tan alto que llegó a ser el 45% del flujo total, afirma Clark Alfaro.
“Era muy fácil cruzar. Los americanos todavía no ponían mayores barreras. El volumen de migrantes era muy visible y se convirtió en un problema para las ciudades vecinas a la frontera. En el Freeway 5 se quejaban del volumen tan grande de migrantes que cruzaban en sentido contrario corriendo. A ese cruce los coyotes le llamaban: “Viva Villa cabrones”. Se convirtieron en un problema de inseguridad”, destacó el antropólogo.
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¿Qué sucedió posteriormente?
El presidente Bill Clinton decidió poner un muro en los lugares donde más cruzaban. En 1994 se instaló un muro en esta parte de la frontera. Aquí tenemos 14 millas de ese muro, con los desechos de las plataformas de aviones usados en la guerra del Golfo Pérsico. Cuando instalaron ese muro el volumen de migrantes comenzó a disminuir y aumentó en Sonora-Arizona.
Para la década del nuevo milenio suceden eventos como el 9-11, y eso provocó que la frontera fuera vista con un enfoque de seguridad nacional. Cuando eso sucedió, en su retórica decían que entre los migrantes podían venir terroristas; intentaron sellar las fronteras.
Comienza a aumentar el número de agentes de la patrulla fronteriza. Ahora tenemos mil kilómetros de muro instalados en diferentes partes, junto con los 400 kilómetros que instaló Trump. El caso es que la frontera adquiere otra dimensión, es un asunto de seguridad nacional.
La situación en México no era la mejor, el número de migrantes que cruzaba era mayor, el número de arrestados era poco más de un millón. Un número similar al del año pasado que tuvimos 1.7 millones de arrestos de la patrulla fronteriza.
¿Qué cambios ha notado en esos fenómenos migratorios?
Todo tiene que ver con la situación económica del país. En los últimos años vino un número importante de familias y un gran número de niños y menores que cruzan solos. Es un fenómeno reciente
En los 80 y 90 cruzaban hombres que iban a trabajar. Cruzaban, trabajaban y traían dinero a México.
Con el muro los “coyotes” comenzaron a cobrar más caro. Todo fue contraproducente, porque los mexicanos cruzaron y se quedaron allá, posteriormente cruzaba la familia.
La composición migratoria también cambió. A principios de los 90 el número de países que intentaban cruzar a través de Tijuana era de 30.
En los últimos años la diáspora aumentó dramáticamente. Están llegando de Asia, Asia Menor, África, Centroamérica y Sudamérica; el número de países que está llegando es de 130.
Las razones de la migración en algunos grupos igual cambiaron: Hoy los mexicanos salen por violencia, en Sudamérica salen por el cambio climático.
Comenzó a presentarse un fenómeno global, el de las crisis humanitarias. Un ejemplo es el campamento en la garita “El Chaparral”. En otras partes del mundo son más estructurados, con miles y millones de personas.
Además hay una migración invisible desde los 90, invisible porque son números reducidos. Hasta hace cinco o seis años han llegado inmigrantes de Somalia o chinos. Nadie los ve, los número son reducidos, estos grupos vienen con coyotes internacionales.
Hasta hace poco los chinos llegaban a Popotla, desembarcaban en lanchas y cruzaban a Estados Unidos. Pagaban de 35 mil a 50 mil dólares. Los “coyotes” que cobran eso no cruzaban a los migrantes por el desierto. Esos migrantes cruzan de otras formas, tengo sospechas, pero no sé cómo cruzan.* Esta entrevista fue editada para su comprensión.