Baja California destaca en muchas cosas: empleo, gastronomía e industria, sin embargo, desde hace algunos años, la contaminación en sus playas, se ha convertido en un “dolor de cabeza”, para autoridades y organismos de la sociedad civil.
Lo anterior quedó más evidente en el último reporte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), realizado con agua de mar de 265 playas en 70 destinos turísticos de los 17 estados costeros, que arrojó como resultado que 98.11% de estas playas pueden ser clasificadas como aptas. Sin embargo, tres de las cinco playas no idóneas para uso recreativo en todo el país, por su alto grado de contaminación, están en Baja California.
¿PERO QUÉ SUCEDIÓ?
La directora del Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental (PFEA), Margarita Díaz López, le ha dado seguimiento a este tema durante casi 30 años y alerta que la problemática ha escalado a niveles nunca antes vistos.
Aunque el reporte de la Cofepris, daba a Playas de Tijuana, un promedio de 202 enterococos por cada 100 mililitros de agua, la activista advirtió errores en el mecanismo utilizado por la dependencia federal.
“Es importante remarcar que es un promedio, ellos están entregando un promedio de seis monitoreos, ellos los promedian y entonces dan ese promedio como dato. Nuestros datos nos indican que tenemos una playa muy dinámica y cada semana hay cambios muy importantes, no podemos dar por sentados que si hoy la playa sale apta para uso recreativo, mañana está playa será apta para uso recreativo. Hay muchos factores que afectan esta playa y entonces la calidad cambia de un día para otro y un derrame a otro”, explicó.
Díaz López señaló que el problema de la contaminación, alcanzó ya al fraccionamiento de Playas de Tijuana, un área del litoral tijuanense que registraba apenas 10 NPM/100 mL, pero que ahora llegó hasta 700, en las semanas anteriores.
Lo de Playas de Tijuana queda corto en comparación con los niveles de contaminación reportados en Playa Blanca, donde en semanas anteriores rondaba los 20 mil NPM/100 mL.
“No salen los números de miles, que Tijuana tendría que estar como la playa más sucia, porque está en los miles, no en 202. Ahí Cofepris dejó de monitorear, no hay dato, ya no van, dicen esa playa está muy sucia y ya no monitorean. Es muy preocupante que se esté sesgando esta información, que no se esté compartiendo la información de cada uno de los monitoreos, no solo promedios”, expuso.
Para la directora del PFEA, hay varios factores que han desencadenado en estos niveles de contaminación en las playas, que ponen grave peligro a los bañistas que acuden a estos sitios.
“La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) ha reconocido que el sistema de drenaje, todas las instalaciones en el fraccionamiento (de Playas de Tijuana) ya caducaron, ya cumplieron su vida útil. El sistema ya pasó de los años , son 30 y tienen casi 50. Están tronando. El sistema está colapsado , eso está generando más escurrimientos al mar”, detalló.
La especialista dijo que otro factor que influye en la contaminación de las playas, es que las plantas de tratamiento no están funcionando, entre ellas la de Punta Bandera, además, en el último año se han presentado problemas en los carcamos que opera la CESPT.
“Esta cuarentena que se publicitaba que qué bueno que estamos guardados porque los delfines y los pelícanos andan felices afuera, pues los pobres no andan tan felices, porque resulta que cuando estuvimos guardados, hay más escurrimientos, más derrame y basura en la playa”, manifestó.
ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
EL ESTADO
En la publicación del Periódico Oficial de Baja California , con fecha del 27 de Julio de 2020, el gobernador del estado, Jaime Bonilla Valdez publicó una Declaratoria Estatal de Emergencia, los fraccionamientos Rancho de mar, Residencial San Marino 1era Sección, Sueños del Mar, Baja Malibu Carretera y Lomas, Brisas del Mar, Delfines, Hacienda del Mar, los cuales están ubicados en las Delegaciones de Playas de Tijuana, en los cuales se advertía de la existencia de derrames de aguas residuales que escurren superficialmente y/o descargan directamente en esa zona.
En la declaratoria el mandatario instruía a la Secretaría del Agua a realizar las acciones oportunas y necesarias con el fin de mitigar los riesgos a la población afectada.
José Carmelo Zavala Álvarez, titular de la Subsecretaría de Desarrollo Sustentable de Baja California, expuso la necesidad de retener y reutilizar el agua, en vez de tratarla en plantas de tratamiento para solo tirarla y que lleve contaminantes al mar.
El funcionario dijo que en Tijuana, las aguas residuales sean tratadas con una gran calidad y a un alto costo, pero no sean reutilizadas por falta de infraestructura hidráulica y terminen tirándose limpias a la canalización del río, donde vuelven a contaminarse en su trayecto al mar.
En un comunicado enviado por el Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), Zavala Álvarez, precisaba que las plantas del Monte de los Olivos y de La Morita, son dos plantas que tratan muy bien el agua, pero al arrojarla al río se va contaminando por el canal, luego llega a otra planta antes de cruzar la línea; de allí se bombea y se mezcla con el agua del colector de toda la ciudad, que es un tubo de más de dos metros que va por la Internacional hasta la planta de la colonia Castillo.
De allí, continuó explicando en el texto citado, se bombea más de 90 metros para llegar a Punta Bandera y allí se descarga, pero ya mezclada con más agua de la ciudad, agua no tratada, de modo que se vuelve a contaminar antes de llegar al mar, por eso es vital redirigir este flujo, evitar la contaminación, aprovechar estas aguas para que sean una inversión y no un gasto.
Por ahora, en plena Semana Santa, el riesgo para la salud de los tijuanenses, es latente, sin que exista en el corto y mediano plazo, una estrategia para atender los altos niveles de contaminación en las playas de Tijuana.